Quantcast
Channel: Reeducando a Mamá
Viewing all 111 articles
Browse latest View live

LA CIENCIA DEL SUEÑO INFANTIL

$
0
0



¿Os acordáis de que os hice una promesa?

¿Os acordáis de que os prometí demostrar que  estas palabras eran mentira?

"Las opiniones en contra de todo lo que nosotros enseñamos en los libros solo están en Internet. No hay un solo artículo científico ni una sola controversia y crítica en las sociedades y el mundo científico. No he inventado nada: mi mérito es saber poner en palabras sencillas lo que la ciencia ha ido descubriendo. Internet no es un foro científico: cualquiera pueda hacer de médico o de periodista. Mi actitud es siempre la misma: no entrar en controversia con esas opiniones".

Eduard Estivill El País 4/10/2011


"Supongo que recibió muchos elogios cuando apareció el primer libro del método Estivill… ¿algún reproche?

Las normas que explicamos son normas científicas. Y dentro del mundo científico no hay ningún reproche. Yo no he inventado nada, no soy ningún gurú, no tengo ninguna teoría. Simplemente explico lo que el mundo científico ha demostrado, que además son las mismas normas que aplica la Sociedad Americana del Sueño y la Sociedad Americana de Pediatría. En Internet, que es un foro que no es científico, puede opinar todo el mundo. Cada cual, evidentemente, dice lo que quiere. Pero como nosotros somos científicos, no hacemos ningún caso a los comentarios de Internet."

Eduard Estivill. La Vanguardia 07/05/2012.

Bueno, pues ya lo he hecho.

Hace siete meses, los autores al frente de El Blog Alternativo me pidieron un artículo de revisión de la literatura científica sobre el sueño infantil. Me daban hasta Septiembre. Como desde mi casa yo no podía acceder (gratuitamente) a la gran mayoría de la bibliografía que necesitaba (no era cuestión de arruinarme en el proyecto, teniendo en cuenta que a los particulares nos cobran unos 30 euros por artículo y que me tendría que leer unos 200 artículos),  le pedí a Gemma Herránz Sanchez-Cosgalla de Como Una Manada, con la que ya había colaborado en este sentido en alguna ocasión porque es investigadora en activo, que fuera coautora en este proyecto.  A pesar de que concilia (de verdad) vida laboral al 100% y crianza, lo que seguro le supone jornadas de 25 horas al día, me dijo que sí.

Y empezamos. Yo buscaba y escribía. Ella me mandaba artículos: los que yo le pedía y los que encontraba por su cuenta. Al principio el proyecto avanzó despacio, pero poco a poco empezó a tomar forma y, como esos bebés rollizos que nacen con más de cinco kilos de peso, se negó a mantenerse en un tamaño razonable para seguir siendo un artículo de un blog. Y se convirtió en un blog en sí mismo.

En septiembre pedí una prórroga porque el proyecto necesitaba más tiempo y a partir de ahí se convirtió en una obsesión que me ha tenido sentada al ordenador más de 8 horas al día, fines de semana incluidos. Desde los tiempos de mi tesis doctoral no me sentía así. Y las dos últimas semanas han sido de vértigo, con Gemma y yo  sumergidas de cabeza en los textos, añadiendo, corrigiendo, complementando, las dos unidas para sacar adelante esta rebelde criatura que se niega a mantenerse dentro de los límites en los que fue concebida. Ella quiere ser mucho más.

Esta noche Louma Sader  de Amor Maternal, le ha dado el toque final de belleza y elegancia que le corresponde y por fin os podemos presentar nuestra creación: Una revisión de la literatura científica sobre el sueño infantil con el potencial de estar siempre actualizada, además de abierta a vuestros comentarios y aportaciones. 

Hoy es el gran día de su lanzamiento y, como requiere la ocasión, la gran escritora y periodista Ileana Medina  Hernandez, del blog Tenemos Tetas, nos ha escrito la presentación al mundo de este pequeño gran proyecto. Os dejo con sus palabras:


"La irrupción de la ciencia en la cultura popular
tendrá unas consecuencias insospechadas en la vida cotidiana de la gente"
Eduard Punset 


Dos mujeres científicas, María Berrozpe, doctora en Ciencias Biológicas, y Gemma Herranz, doctora en Ciencia e Ingeniería de Materiales, aúnan su experiencia investigadora con su condición de madres y nos ofrecen una puesta a punto acerca de la realidad del sueño de los bebés humanos.

Cada familia actúa como mejor sabe o puede, pero estamos seguras de que la información de calidad es una herramienta indispensable para hacer una elección consciente sobre las alternativas más saludables y felices para nuestros hijos a corto y largo plazo, y para la convivencia familiar y social en su conjunto.

Los expertos que trabajan como prescriptores y divulgadores de salud: pediatras, médicos, matronas, psicólogos, orientadores,  educadores infantiles, periodistas, revistas y empresas editoriales... están éticamente obligados a mantenerse actualizados, a separar sus creencias personales de las evidencias científicas y por lo menos a reconocer las distintas aproximaciones que existen al respecto y sus correspondientes sustentos empíricos, científicos y/o culturales.

Con este estudio comparativo y su exhaustiva revisión bibliográfica -publicado en formato blog de modo que pueda actualizarse periódicamente y ser accesible a todo el mundo- las autoras pretenden contribuir a que tanto padres y madres como profesionales de la salud y la pedagogía, tengamos acceso fácil pero serio a la información relacionada con este tema, y podamos comentar, aportar, difundir…  y finalmente comprender entre todos de qué se trata el “problema” del sueño con nuestros niños.

Estamos de enhorabuena.

Y sin más preámbulos os animo a conocer:




CARTA ABIERTA A LA RED DE FERROCARRILES SUIZA (SBB)

$
0
0
Estimados señores de las SBB,

Me dirijo a ustedes con el fin de pedirles que, por favor, me informen detalladamente de las condiciones de uso de los vagones de primera clase normales, no esos especiales destinados a un ambiente tranquilo y silencioso que sé perfectamente que también existen, sino los que no tienen ninguna señalización en este sentido. 

Mi pregunta se debe a una muy desagradable experiencia que sufrimos mi familia (mi marido y 3 niños de 7, 5 y 3 años) y yo el pasado viernes en el tren que hacía el recorrido Basel- Zurich, con salida de Basel a las 20:07 horas. Experiencia que paso a relatarle a continuación.

Dado que en los vagones de segunda no encontramos cinco sitios libres juntos, decidimos sentarnos en primera, ya que mi marido disfruta de un abono anual para toda Suiza en esta categoría. Evidentemente, yo me proponía pagar la diferencia por el ascenso de clase en cuanto apareciera el revisor, como así hice. Mi hijo de 7 años tenía su billete infantil correspondiente. Los otros dos viajaban gratis siguiendo la normativa. 

Desgraciadamente, tuvimos la mala suerte de sentarnos al lado de un individuo que opinaba que los vagones de primera clase eran por defecto vagones silenciosos, como esos que tienen una señal especificando esta característica. Los razonamientos de mi marido no sirvieron para nada y dicho individuo estuvo amargándonos todo el viaje con sus despectivos e insultantes comentarios.

He de puntualizar que mis hijos en todo momento se comportaron acordemente con su condición de niños, sin hacer por ello nada censurable fuera de las normas normales de educación.  Ni gritaron, ni corrieron, ni saltaron, pero evidentemente hablaron, se movieron, bebieron agua, comieron las golosinas y los cacahuetes que Samichlaus acababa de regalarles (tampoco había ninguna señalización prohibiendo comer o beber), e interaccionaron continuamente entre ellos y con nosotros, sus padres. 

Cuando llegó el revisor, revisora en este caso, le pedí que me informara si en este vagón de primera los niños estaban permitidos, a lo que la revisora me confirmó lo que yo ya sabía: que por supuesto lo estaban. Entonces le pedí que por favor se lo explicara al individuo en cuestión. Él y la revisora intercambiaron varias palabras, tras lo cual ella le ofreció cambiarse a otro sitio más tranquilo. Él se negó, decidido a seguir amargándonos el viaje, como así hizo.

Pero lo peor de todo no fue el comportamiento de esta persona. Al fin y al cabo, desgraciadamente, adultos como él existen en todas partes y hay que vivir con ello. Lo peor, lo más humillante para mí y para mi familia, fue cuando la revisora apareció con una invitación para una bebida gratis para él. Le aseguro que su mirada de triunfo y su satisfacción al comprobar que las SBB le daban la razón se me clavaron como una espada. 

Ni que decir tiene que para nosotros ha quedado muy claro que las SBB, a través de su empleada, estaban premiando así la intolerancia y la mala educación de este individuo, a la vez que sutilmente nos informaban de que nuestros hijos no eran bien recibidos en ese vagón, a pesar de la normativa. 


Por lo tanto les ruego de todo corazón que me aclaren exactamente las condiciones en las que puedo viajar con mis hijos en sus trenes, porque no estoy dispuesta a pasar por una humillación semejante una segunda vez. Mis hijos no tienen porqué pedir perdón por ser niños. Si no somos bien recibidos en la primera clase de la SBB, viajaremos en nuestro coche o no viajaremos (ya que no me voy a meter con tres niños pequeños durante hora y media en un vagón de segunda arrebatado de gente, en el que ni siquiera puedo sentarme junto a mis tres hijos). Pero por favor, no nos digan una cosa y luego nos demuestren otra. 

Y remarco: mis hijos en ningún momento tuvieron un comportamiento incivilizado o mal educado, de hecho fue todo lo contrario y fue un auténtico milagro que, dada la atmósfera cargada de tensión que aquel personaje estaba creando, los niños no reaccionaran con más nerviosismo, ruido y movimiento. 

Si las SBB prefieren premiar el comportamiento mal educado, niño-fóbico e intolerante de un adulto, a la vez que humillan y castigan por ser lo que son a unos niños, yo entonces no tengo nada más que decir. Con no viajar en sus trenes, ya me vale. Pero desde luego esperaba un comportamiento diametralmente diferente de la red de ferrocarriles del país en el que creció y se educó la gran Alice Miller. Es una verdadera lástima porque, como bien dice una brillante periodista de la que tengo el honor de ser amiga: 

"Una sociedad "niño-fóbica", construida de espaldas a la infancia, donde los niños no tienen cabida en los hoteles, ni en los restaurantes, ni en los aviones, ni en los centros de trabajo, ni en nuestra habitación, ni en nuestras vidas... es una sociedad fascista y suicida." (Ileana Medina Hernandez)

Les saluda atentamente

María Berrozpe Martinez


Esta carta será debidamente traducida y mandada a la red de ferrocarriles suiza. Pues buena soy yo cuando me enfadan de verdad, y esta vez lo consiguieron.


CONFLICTOS Y HUMILDAD

$
0
0

En el mundo hay gente que parece que tenga una capacidad innata para vivir en paz, para mediar en los conflictos y apaciguarlos, para crear una atmósfera relajada y agradable a su alrededor donde todos tienden a sacar lo mejor de sí mismos.

Pero también estamos los que, a la mínima llamita de discordia, estallamos como bombas atómicas, rezumamos agresividad por los cuatro costados, tiramos como toros enfurecidos, de frente y con los cuernos por delante, sin pensar en todo lo que arrollamos cuando nos lanzamos por el que, suponemos, es el camino de nuestra victoria.

Yo espero que pertenecer a un grupo u otro de personas no sea una cuestión innata - genética - sino más bien el resultado de un proceso de maduración y crecimiento que todos podemos culminar con éxito, sean los que sean nuestros antecedentes.

Porque a mí, desde luego, me queda mucho camino por recorrer para convertirme en una persona perteneciente al primer grupo, al de los pacificadores. Y es que ser una persona racional, tranquila y pacífica en los momentos tranquilos, sabemos más o menos todos. El problema es seguir siéndolo cuando estalla el conflicto. Entonces, muchos tendemos a sacar lo peor de nosotros mismos e, independientemente de tengamos o no la razón de nuestra parte, acabamos perdiéndola por el camino al defenderla; precisamente por la manera de defenderla.

En mi último artículo los comentarios de uno o dos anónimos, no sé si son el mismo o son diferentes, han llamado mi atención sobre mi tendencia al ataque en mis últimos tiempos. Por una parte todos los artículos en contra de Estivill y, por la otra, el ataque frontal contra la revisora que tan desafortunadamente intentó mediar en el conflicto creado por aquel individuo que no soportaba a los niños. En su último comentario, anónimo me recordaba que tal vez esta señora sólo era una mujer, posiblemente madre, que intentaba hacer lo mejor posible su trabajo para poder llegar a fin de mes y que no tenía porqué ser la que pagara los platos rotos. Si yo escribo la carta a las SBB ¿podría estar poniendo en peligro su puesto de trabajo? Yo personalmente no lo creo, pero es cierto que me es difícil saber las consecuencias finales que tendría la carta para su vida profesional. Por lo tanto, reconozco que en este caso no vale la pena hacer hincapié en la revisora en sí. Aunque sí creo que debo denunciar los hechos, no tengo porqué identificar a esta mujer, arriesgándome a ponerla en un aprieto sin saber absolutamente nada de sus circunstancias personales. Tal vez sólo tuvo una mala idea en un mal día y ahora lo siente en el alma. Puedo defender mi posición, puedo llamar la atención de las SBB sobre la situación que yo quiero, pero sin perjudicar a nadie. En este caso con no especificar en que tren ocurrió o cuando ocurrió ya es suficiente para denunciar el hecho pero no dañar a la revisora.

Estos dos ejemplos de conflictos y los comentarios de anónimo me han traído a la memoria una anécdota que viví hace ya bastantes años, cuando era becaria predoctoral de investigación en el Hospital de Sant Pau en Barcelona. En aquella ocasión había ido a comer con un grupo de compañeros al comedor del personal. Como siempre, nos habíamos quitado las batas blancas con las que trabajábamos en el laboratorio, ya que no nos parecía higiénico comer con ellas. En aquella época el comedor estaba dividido en dos secciones: la de fumadores, siempre llena a rebosar; y la de no fumadores: casi siempre medio vacía. Aquel día la situación era la de siempre y cuando nos sentamos en la sección de no fumadores no tardamos en ser acompañados en la misma mesa por un grupo de médicos, de los cuales uno se puso a fumar. Yo, que tengo una intolerancia extrema frente al tabaco, no tardé ni dos segundos en saltar al ring, recordando al fumador, de no muy buenas maneras, que aquella era la sección libre de humo. Él, lejos de acobardarse, me dijo que aquel comedor era para el personal del hospital y que nosotros no debíamos comer allí, a lo que yo le respondí que éramos tan personal del hospital como él, sólo que comer con bata nos parecía una auténtica cochinada. La guerra ya estaba declarada y los ataques de uno al otro se sucedieron en un tono de voz cada vez más alto, hasta que el médico hizo referencia al hecho de que él nos estaba molestando. No recuerdo exactamente como, pero aquel comentario dio pié a la intervención de una de mis compañeras, Berta, becaria predoctoral como yo, que con un tono de voz suave pero firme, seria pero no agresiva dijo: "no nos molesta usted, nos molesta el humo de su tabaco".

Aquella frase cayó como un manto de nieve blanca sobre un bosque ardiendo, apaciguando los ánimos y dejando en evidencia la inutilidad de la actitud de los dos contrincantes. Él se sentó, apagó su cigarro y no volvió a fumar, y yo me quedé avergonzada por haber llevado tan mal aquel asunto, convirtiéndolo en un ataque personal y generando un conflicto que no llevaba a ninguna parte.

"No me molesta usted, me molesta el humo de su tabaco"

¿Cuantas veces nos olvidamos de la situación en si misma para atacar a la persona que, según creemos, está generando la situación? Yo continuamente. De esta manera no se acaba con el problema, sino que nos limitamos a herir a otro ser humano, al margen de todas las circunstancias que le habían puesto en esa posición. Y, de paso, el problema original que provocó el enfrentamiento suele quedar sin solución.

No se trata de dejar pasar todo en nombre de una falsa paz y cordialidad. No. Se trata de enfrentar las situaciones conflictivas centrando el ataque en la situación conflictiva, no en la persona que lo genera. De esta manera se da una oportunidad al otro de cambiar de actitud para cambiar la situación, colaborando activamente en generar unas nuevas condiciones aceptables para ambas partes. Por el contrario, cuando identificas la situación con la persona, parece que la única manera de acabar con el conflicto es "eliminando" a la persona que lo genera: o él/ella, o yo. Se crea así un conflicto paralelo, independiente del original, muy difícil de resolver ya que conlleva la derrota y humillación de una de las partes, en lugar de ofrecer una oportunidad para que ambos implicados se involucren en buscar una solución satisfactoria para todos, sin perder por ello "el honor" o la dignidad.

Estivill no es su método. Ni siquiera es sus libros. A mí me molestan su método y sus libros sobre el sueño infantil y es lo que ataco. Y lo hago desde la ciencia y la racionalidad, desde las emociones y los sentimientos. Estoy en mi derecho. No estoy de acuerdo ni con su método ni con su forma de presentarlo y defenderlo, y tengo razones muy bien fundamentadas para no estarlo. Pero no es el hombre Eduard Estivill al que estoy atacando, sino una teoría: uno de los puntos de vista de la pediatría del sueño infantil que él defiende. Si un día Estivill llega a la conclusión de que está equivocado, de que su posición no es la que más se ajusta a la realidad del sueño infantil y su actos se adaptan a su nueva percepción, no significa que ha retrocedido, se ha humillado o ha perdido. Significa que ha evolucionado. Por graves que puedan ser los errores que cometamos o cometan, siempre debemos tener y dar la oportunidad para que el cambio de actitud o de opinión  no se convierta en una humillante derrota, sino en una muestra de crecimiento y evolución. 

Porque todos sabemos lo difícil que es corregir una posición, incluso cuando somos conscientes de que no tenemos la razón de nuestra parte, sólo por la humillación que conlleva. Si sabemos que, tras corregir, en lugar de reconocimiento y comprensión, recibiremos el desprecio y la sorna de los demás, nos agarraremos a ella con uñas y dientes, sin ni siquiera plantearnos cambiarla, por muy justificada que esté la otra parte y por muy convencidos de nuestro error que, en el fondo, estemos nosotros.

A veces parece que nunca cometamos errores, especialmente cuando nos dedicamos a denunciar los errores de los demás.

Y todas estas reflexiones me han llevado a considerar la definición de humildad. Creo que acabo de darme cuenta de lo que realmente es:

Humildad es reconocernos en nuestro contrincante.

Por lo tanto, humildad no es bajar la cabeza ante las situaciones injustas o las posiciones erróneas, no, sino ser conscientes de que todos podemos cometer errores, ser injustos o no tener la verdad ni la razón de nuestro lado en un momento dado y, por lo tanto, debemos tratar de defender nuestra postura siempre desde el respeto a la persona que defiende la postura contraria porque, por mucho que sintamos y sepamos que tenemos la razón de nuestra parte, mañana o pasado, en otro conflicto, podemos no tenerla, y entonces querremos que el otro nos trate con ese mismo respeto, dándonos la oportunidad de corregir dignamente, sin humillarnos ni hacer "leña del árbol caído".


¡FELIZ NAVIDAD!

$
0
0


De la mano de Liliana Castro de Fundación Camino Claro me ha llegado esta preciosa imagen de la Sagrada Familia, en donde podemos ver una escena mucho más realista de lo que ocurriría el día del nacimiento de Jesús (aunque en realidad representa un momento de la huida a Egipto),  un ser humano que dedicó su vida a enseñarnos lo único que realmente importa en esta vida, algo que es, de hecho, el origen y la finalidad de la vida entera: EL AMOR.

Esta imagen me ha hecho sumergirme en internet para encontrar un fragmento del libro La Cientificacion del Amor de Michel Odent, el cual quiero compartir con todos vosotros. Aquí os lo traigo desde el blog Junto a tu Doula:


Un recién nacido entre un asno y un buey: muchos comparten hoy esta imagen simplificada de la Navidad.

Mi visión de la Navidad está inspirada en lo que he aprendido de las mujeres que han dado a luz en la más completa intimidad, sin sentirse guiadas ni observadas. Está también inspirada en el Evangelium Jacobi Minori, es decir, el protoevangelio de Jacques le Mineur1. Este evangelio fue salvado del olvido, a mediados del siglo XIX, por el místico austríaco Jacob Sorber, autor de La infancia de Jesús2. Según estos textos, María tuvo total privacidad en el parto, porque José la dejó para ir a buscar una partera. Cuando regresó, Jesús ya había nacido. Fue sólo cuando una deslumbrante luz se atenuó, que la partera se encontró ante una escena increíble, ¡Jesús ya había encontrado el pecho de su madre! La comadrona exclamó entonces: “¿Quién ha visto jamás un niño que apenas nacido tome el pecho de su madre?” Este es un signo evidente de que cuando se convierta en Hombre, este Niño juzgará al mundo según el Amor y no según la Ley.

La nueva mirada sobre la Natividad 

El día que Jesús estuvo listo para llegar al mundo, María recibió un mensajeun mensaje no verbal de humildad. Se encontró en un establo, entre otros mamíferos. Sin palabras sus compañeros la ayudaron a comprender que ese día tenía que aceptar su condición de mamífera. Tenía que sobrellevar su desventaja humana e ignorar la efervescencia de su intelecto. Tenía que segregar las mismas hormonas que otras mamíferas parturientas, a través de la misma glándula, o sea, la parte primitiva del cerebro que todos tenemos en común. 
  
El ambiente estaba idealmente adaptado a las circunstancias. María se sentía segura, por lo que su nivel de adrenalina era el más bajo posible. El trabajo de parto pudo establecerse en las mejores condiciones posibles. Habiendo percibido el mensaje de humildad y aceptado su condición de mamífera, María se encontró “en cuatro patas”. En tal postura, y en la oscuridad de la noche, se desconectó fácilmente del mundo. 


Poco después de su nacimiento, Jesús estaba en los brazos de una madre extática, tan instintiva como puede serlo una madre mamífera. En una atmósfera verdaderamente sagrada, Jesús fue bienvenido y pudo, fácil y progresivamente, eliminar las hormonas de estrés que produjo para nacer. El cuerpo de María estaba caliente. El establo también estaba cálido gracias a la presencia de los otros mamíferos. Instintivamente, María cubrió el cuerpo de su bebé con un pedazo de tela que tenía a la mano. Estaba fascinada por los ojos de su bebé y nada hubiera podido distraerla del prolongado contacto visual con Jesús. Este intercambio de miradas indujo otra oleada de oxitocina, de modo que el útero se contrajo nuevamente y envió un poco de la sangre preciosa de la placenta hacia el bebé a través del cordón umbilical y poco después salió la placenta. 

Madre e hijo se sentían completamente seguros. María, guiada por su cerebro mamífero, permaneció de rodillas un ratito después del parto. Luego de la salida de la placenta, se puso de costado, con el bebé cerca a su corazón. En seguida, Jesús comenzó a mover la cabeza, de un lado a otro, abriendo su boca en forma de O. Guiado por su sentido del olfato, se acercó cada vez más al pezón. María, que aún se encontraba en un equilibrio hormonal muy especial, y todavía muy instintiva, supo perfectamente cómo sostener a su bebé e hizo los movimientos necesarios para ayudarlo a encontrar el pecho. 

Fue así como Jesús y María transgredieron las reglas establecidas por la comunidad humana. Jesús –como un rebelde pacífico que desafió las convenciones- fue iniciado por su madre. 

Jesús mamó vigorosamente durante un largo rato. Con el apoyo de su madre, pudo salir victorioso de uno de los episodios más críticos de su vida. En pocos minutos ingresó al mundo de los microbios, se adaptó a la atmósfera, se separó de la placenta, empezó a usar sus pulmones y respiró independientemente y se adaptó a la fuerza de gravedad y a las diferencias de temperatura. ¡Jesús es un héroe! 


No había reloj en el establo. María no trató de tomar el tiempo que Jesús pasó mamando antes de dormirse. La noche siguiente, María tuvo sólo algunos episodios de sueño ligero; estaba vigilante, protectora y ansiosa de satisfacer las necesidades de la más preciosa de las criaturas terrestres. 

En los días siguientes, María aprendió a reconocer cuándo su bebé tenía necesidad de que lo meciera. Había tal sintonía entre ellos, que ella podía perfectamente adaptar el ritmo del balanceo a la demanda del bebé. Mientras lo mecía, María empezó a canturrear unas melodías a las que agregó algunas palabras. Como millones de madres, María había descubierto las canciones de cuna. Fue así como Jesús comenzó a aprender lo que es el movimiento y luego, el espacio. Fue así como Él comenzó a aprender lo que es el ritmo y luego, el tiempo. Estaba entrando progresivamente en la realidad espacio-temporal. Conforme Jesús creció, María empezó a introducir cada vez más palabras en sus canciones de cuna y así fue como Jesús aprendió su lengua materna. "

Referencias 

(1) Proto-Evangelio de Jacques 19.2 Citado en: JesúsJean Paul Roux. Fayard, París 1989, p100. 

(2) Jacob Lorber. L´enfance de Jesús ou l´évangile de Jacques. Capítulo 16 Editions Helios, Ginebra 1983. Título original : Die Jugend Jesu, Stuggart 1852. 

Extracto del Libro: La Cientificación del Amor. EL Amor y la Ciencia Capítulo 19. Hacia una convergencia Ciencias-Tradiciones. Tercer Interludio. pag. 121. Autor: Michel Odent Editorial Creavida. 1999 Facilitador: Grupo Renaciendo Mar del Plata.


Como Michel Odent, yo también creo que en la tradicional historia del nacimiento de Jesús está escondido un poderoso mensaje: el poder del parto mamífero para que el bebé pueda desarrollar todo su potencial de amar. Que durante 2000 años esta historia haya permanecido más o menos intacta no me parece una mera casualidad. Me parece importantísimo. Es como si se nos quisiera dar la clave de lo importante que es respetar el parto natural del ser humano, no renegar de nuestra condición de mamíferos y aceptarla con orgullo y humildad, para poder llegar a desarrollar todo nuestro potencia como seres humanos; como hijos de Dios, esto es, como hijos del AMOR.

Somos mamíferos. Necesitamos nacer y parir en la intimidad, la seguridad y el respeto. Necesitamos ser criados y criar piel con piel, en contacto estrecho, recibiendo y dando la leche humana de nuestros pechos. Así es como nació el mejor ser humano de la historia, el que vivió y murió por y para el AMOR. Así es como parió María, la mujer libre de pecado original, libre de la herida primal.

Y ahí está representada la diada que es la base de toda la humanidad: la madre y el/la hijo/a. 

A pesar de toda la manipulación y deformación que ha sufrido la historia y el mensaje de Jesús de Nazareth, la historia de su nacimiento sigue pasando de generación en generación mostrándonos como de un nacimiento mamífero nació el Dios del Amor.  

Os deseo de todo corazón unas Navidades rodeados y sumergidos en el AMOR. Que el AMOR fluya en vuestras vidas inundándolo todo para que os lleve de la mano hacia el renacimiento a través del cual recuperéis todo el potencial que nos es robado cuando nos imprimen en nuestra primera infancia la herida primal: el pecado original. 

LOS MEJORES ARTÍCULOS DEL 2012 DE REEDUCANDO A MAMÁ

$
0
0
Top 10 2012. Los mejores artículos de la blogosfera maternal. AmorMaternal.com


Un año más acepto la invitación que nos lanza Louma para participar en su Carnaval de Blogs.

Top 10 2012 es un carnaval de blogs iniciado por Amor Maternal, cuyo propósito es reunir los mejores artículos de la blogosfera maternal publicados durante 2012 en castellano. La temática del carnaval engloba el embarazo consciente, el parto natural, la lactancia materna, la crianza respetuosa, la psicología, el uso de portabebés ergo, la ecología y demás temas afines."

Este año 2012 ha sido un año de maduración de las cosas aprendidas con anterioridad y de aprendizaje de muchas cosas nuevas. Mis hijos van creciendo. Ya no tengo ningún bebé en casa. Los miro y me encuentro frente a casi un preadolescente y dos niños,  no tan pequeños, tan conocidos y tan desconocidos al mismo tiempo; y se me encoge un poquito el corazón porque ya se fueron aquellos bebés regordetes, demandantes y adorables, para dar paso a estos jovencitos cada vez más parecidos a los hombres adultos, maravillosos, que llegarán a ser.

Si tuviera que buscar la palabra que mejor define este año sería adaptación: adaptación a un nuevo entorno para vivir, adaptación al nuevo colegio y a la nueva guardería, adaptación a una vida de horarios que se solapan, se mezclan, se revolucionan y nos dejan exhaustos.

Y dentro de todos estos cambios, la lactancia y el colecho han supuesto un continuo, un momento de encuentro para toda la familia dentro del torbellino que nos rodea.

La mal llamada "lactancia prolongada" que yo llamaría "lactancia en fase tres", me ha sumergido en un cóctel hormonal y sentimental nuevo, que no había vivido hasta ahora porque nunca llegué a estas alturas con mis dos primeros hijos. Siento como va llegando el momento del destete, siento mi rechazo instintivo a dar de mamar a veces, otras siento su falta de interés en mamar. Pero también siento como sigue siendo necesaria y reparadora en tantas ocasiones. Y ante esta situación siento una mezcla de orgullo, liberación y pena porque se acaba una fase y empieza otra nueva, esta vez bien asentada en los cimientos que estableció la primera.

Y el colecho, tan cuestionado que mejor no hablarlo en público, pero que nos permite cada noche un reencuentro cálido y acogedor, relajado y cariñoso, donde todos nos sentimos arropados, queridos, protegidos y rodeados por lo que más queremos en el mundo, después de un día en el que casi no nos hemos vistos y el estrés, las prisas y las responsabilidades varias han evitado que nos comuniquemos y nos vivamos como necesitamos.

Y sumergida en toda esta marabunda de nuevas y viejas experiencias yo continué escribiendo. Mi lista elegida de posts es la siguiente:
No sé si son los mejores o no, pero son los que más me gustan por uno u otro motivo, y en los que reflejo cosas muy importantes que he aprendido y madurado este intenso año. 

Pero en esta recopilación de post no puedo dejar de nombrar el proyecto rey del 2012. Un proyecto que se empezó a gestar ya el año anterior, pero que tomó impulso y forma definitiva este año. En colaboración con la maravillosa, y a estas alturas ya muy querida, Gemma de Como una Manada, lanzamos al mundo una criatura potente, rigurosa, independiente y liberadora:


Ha sido un trabajo exhaustivo, faraónico, agotador y tremendamente enriquecedor, que sigue creciendo día a día y que, estoy segura, se convertirá en un punto de referencia importante en el mundo del sueño infantil.

Así que ya ha llegado el momento  de ir despidiéndonos del año 2012 para dar paso a un recién nacido 2013 cargado de promesas, esperanzas y expectativas.

Os deseo a todos un año 2013 lleno de felicidad, sueños realizados y nuevos sueño para realizar y sobretodo:

 MUCHO, MUCHO, MUCHO 
AMOR



LA MANERA MÁS TIERNA Y AMOROSA DE AYUDAR A UN NIÑO A DEJAR LOS PAÑALES. CONCEBIDA Y DISEÑADA POR UNA NIÑA DE TRES AÑOS

$
0
0

Es posible que dentro de doce o trece años los protagonistas de esta historia me odien por haberla hecho pública, pero la encuentro tan encantadora, tierna, amorosa, simpática, limpia e inocente que no lo puedo evitar, ¡tengo que contároslo! Y es que no hay nada como pararse a mirar el mundo a través de los ojos de los niños, de su mente pura e inocente, para darse cuenta de hasta que punto somos absurdos los adultos, con nuestros tabús, nuestras manías y nuestros ascos.

Mi hijo M, de tres años y tres cuartos,  hasta hace tres días todavía llevaba pañal. Y lo cierto es que este hecho no me preocupaba en absoluto ya que hasta el próximo mes de agosto no empieza la escolarización obligatoria, e incluso entonces hubiera sido posible llevarle con un pañal braguita, ya que aquí en Suiza empiezan con muy pocas horas al día. Así que yo andaba tranquila con el asunto y, aunque M era capaz de hacer su pipí en el inodoro cuando quería, no me he opuesto en ningún momento a su preferencia a seguir llevando pañal.

Pero hace dos día mi peque encontró la motivación perfecta para dar el gran paso: su muy mejor amiga L. Les cinco meses más jovencita que M, y no sólo ya lleva un tiempo sin pañal, sino que es capaz  de ir ella solita al baño sin problemas.

Y eso es lo que hizo hace dos días y, de paso, enseñó de la mejor manera, con el ejemplo, a su gran amigo M las ventajas de dar este gran paso de dejar el pañal y usar el inodoro.

El pasado Martes por la tarde mi casa parecía un colegio:  7 enanos jugando y alborotando mientras dos amigas y yo nos tomábamos una infusión mientras charlábamos "tranquilamente" (es un decir). En un momento dado en el que yo me levanté para atender a alguno de los niños, al cruzar por delante del cuarto de baño, me encontré una escena de lo más graciosa:  L sentadita en el inodoro, encima del trono adaptador que - esta cría es impresionante - se había puesto ella solita. Su expresión decía a todas luces que estaba haciendo caca. En frente de ella estaba M  sentado en un banquito, mirándola  tan re-concentrado que su carita reflejaba exactamente la misma expresión que la de su amiga, hasta el punto que pensé que él también estaría haciendo caca. Cada vez que a  L le caía una bolita los dos se levantaban a mirarla, comentaban su forma y tamaño para, a continuación, volver cada uno a su puesto hasta que L dió por terminadas sus necesidades fisiológicas. Ayudé a  L a limpiarse y cuando iba a quitar el trono adaptador del inodoro M me dijo que ahora quería él. Yo, entusiasmada con la idea, le ayudé a sentarse. Como en general M es muy pudoroso y cada vez que tiene que hacer caca se esconde detrás de algún mueble (Si lo descubres y le miras grita muy enfadado: "¡VETE, NO MIRES!"), me fui del cuarto de baño esperando que M le dijera a L que saliera. Pero no. L ocupó el banquito donde antes se sentara M y se repitió la misma escena, con los dos con carita de hacer caca, de tan compenetrados que estaban. Me fui de allí conteniendo la risa y tras esperar unos minutos volví para limpiar a M.  Pero al ir a hacerlo me di cuenta de que ya estaba limpio, a lo que  L  muy seriecita y enseñándome dos trocitos de papel higiénico estrujados en sus manitas me dijo: "No hassse falta, yalhe lempiado io".

Desde entonces M no ha vuelto a querer pañal, ni siquiera por la noche. De momento sólo ha tenido un escape, cuando ayer al levantarse se le olvidó que no lo llevaba y se hizo encima justo cuando salia de la habitación.  Y hoy hemos tenido una superurgencia justo en la cola del supermercado, claro, como no podía ser de otra manera. Pero el paso ya está dado y él se siente orgullosísimo llevando calzoncillos. Ni que decir que L también y cada vez que se ven se recuerdan que ahora LOS DOS ya llevan braguita/calzoncillo


Para comérselos........

LA CIENCIA QUE NOS LLEGA

$
0
0

Cuando trabajaba en un laboratorio de investigación cardiovascular haciendo mi tesis doctoral, tuve la oportunidad de ser testigo de hasta que punto la prensa general y los medios de comunicación tergiversan el mensaje que sale de los artículos científicos o las declaraciones de sus autores en las entrevistas que les hacen. Incluso recuerdo una vez donde uno de los directores del instituto de investigación donde estaba haciendo una estancia temporal tuvo que llamar a un periódico que había publicado una entrevista manipulando tan terriblemente sus respuestas que el mensaje había perdido todo el sentido original, hasta el punto de sentir que iba a quedar como un presumido mentiroso delante de sus colegas.

En otra ocasión, la directora del laboratorio, tras la presentación de los resultados de una posdoctoral del grupo en un congreso internacional, entusiasmada por el interés que habían suscitado aquellos resultados entre sus colegas, respondió tal vez con excesivo entusiasmo sobre las posibilidades de un determinado proyecto cuyo objetivo era encontrar nuevas proteínas implicadas en ciertas enfermedades cardiovasculares. Al día siguiente estos resultados fueron presentados en dicho periódico como una garantizadísima cura a este tipo de enfermedades, algo que todavía estaba muy lejos de las posibilidades del proyecto. La posdoctoral a cargo del mismo se moría de vergüenza y preocupación al ver hasta que punto se habían manipulado las declaraciones de la directora para conseguir un titular sensacionalista y exagerado.

Por eso no sé por qué me he escandalizado tanto ante lo que ha pasado estos días en referencia a un artículo recientemente publicado por la doctora Marsha Weinraub en Developmental  Physiology.A estas alturas, que los periodistas destaquen lo que a ellos les parece que va a llamar más la atención para motivar a los lectores a leer esa noticia, ya no extraña a nadie. Que lo que resaltan no sea exactamente lo más acorde con la realidad tampoco, desgraciadamente, extraña a nadie. 

Pero cuando esta información que resaltan no sólo no es verdad sino que tiene una influencia importante en el bienestar y la salud de nuestros niños, han pasado una frontera peligrosa. 

Y hasta aquí hemos llegado. 

Weinraub publicó junto con 7 coautores más un artículo titulado Patterns of developmental change in infants' nighttime sleep awakenings from 6 through 36 months of age. (Dev Psychol. 2012; 48;6: 1511-1528. ) Este trabajo tenía tres objetivos fundamentales: 

  • Estimar las trayectorias durante el desarrollo de los patrones del sueño en los niños ( de 6 a 36 meses)
  • Identificar los procesos más importantes asociados con estas trayectorias, examinando la relación de las mismas con factores intrínsecos y extrínsecos.
  • Examinar las diferencias individuales en la frecuencia de los despertares nocturnos en momentos concretos de la infancia. 

No voy a analizar aquí el trabajo más en detalle, ya que ya lo he hecho en el blog del Debate Científico sobre la Realidad del Sueño Infantil (Capitulos 1 y 5). Lo que desde mi blog quiero resaltar y denunciar es lo siguiente:

En diversos medios de comunicación  han salido noticias con titulares como estos:










Evidentemente, con semejante explosión mediática me fui volando a la facultad de medicina para conseguir el articulo original ya que era imprescindible añadirlo al blog sobre el debate del sueño infantil. No puedo colgaros el artículo por motivos de copyright, ya que es de pago, pero si alguno de vosotros está interesado en leerlo se lo mandaré con mucho gusto (supongo que eso sí lo puedo hacer). Vale la pena que comprobéis personalmente lo que estoy denunciando:

Estos titulares mienten.

El estudio NO DICE por ninguna parte que a los niños se les deba dejar llorar. TODAS las conclusiones que sacan los artículos que os he enlazado, según las cuales hay que dejar llorar a los niños hasta que se duerman, o que la lactancia materna dificulta que el niño duerma "sin despertarse" porque interfiere en su capacidad de autoconsolarse,  no salen del artículo original sino de un artículo  que publicó la Universidad de Temple (universidad donde se realizó el estudio) en el cual, por lo que parece, la autora principal hizo estas declaraciones.

O sea, como mucho, el origen de estos titulares es la opinión personal de la autora principal de este estudio, pero no son las conclusiones del estudio en sí. La conclusiones del estudio, antes de ser publicadas, tuvieron que superar: 1) el consenso de los 7 autores (entre ellos el director de estudio); 2) el análisis de 3 ó 4 revisores de la revista científica. Las opiniones personales de la autora, reflejadas en el artículo de la universidad y mezcladas con los resultados y conclusiones del estudio, no tienen ninguna validez más allá del hecho de ser opiniones personales de una doctora en psicología más. Ni han sido consensuadas por los 7 autores ni aprobadas por los revisores de la revista.

Y para acabar os quiero dejar aquí el párrafo final del estudio original. De hecho os voy a dejar el párrafo original en inglés y la traducción, y que conste que he contrastado mi interpretación con la de dos mujeres angloparlantes, Louma Sader Bujana y Vivian Watson, para que veáis hasta que punto se ha deformado el mensaje final del mismo. Os recomiendo leer los capítulos 1 y 5 del blog  El Debate Científico sobre la realidad del Sueño Infantil y, repito, os mandaré encantada el artículo original de Weinraub si os interesa comprobar todo por vosotros mismos:

"For families who report continuing sleep awakenings in infants older than 18 months old, interventions may be necessary. Our findings are indeterminate in regards to supporting specific expert recommendations for optimal infant sleep patterns concerning greater bedtime ritualization, discouragement of parental intrusion, and encouragement of infant self-soothing to promote sleep that is more continuous. Future research should be directed to exploring sleep problems in high-risk samples and the effectiveness of interventions with high-risk samples and to investigating whether these early, normative patterns of sleep disruptions have implications for later cognitive and social developments that require self-regulation"

"Las intervenciones podrían ser necesarias para aquellas familias cuyos niños mayores de 18 meses presentan despertares nocturnos continuos  Nuestros hallazgos no son determinantes con respecto a las recomendaciones para un patrón de sueño infantil óptimo en cuanto a la mayor implementación de rituales de sueño, a desalentar la intrusión parental, y a alentar el auto-consuelo para promover un sueño más continuo. Se deberán realizar más investigación en el futuro dirigidas a estudiar los problemas del sueño en las muestras con un riesgo más alto, y la efectividad de las intervenciones en estas muestras, para investigar si estos patrones normativos tempranos de interrupción del sueño tienen implicaciones posteriores a nivel cognitivo y social, que requiere la auto-regulación." 




DIOS LE DA PAN.....................

$
0
0
Mi tercer parto:

Empezó rompiéndose la bolsa mucho antes de empezar las contracciones,  igual que en el primer parto pero a diferencia del segundo. En cualquier caso este detalle no tuvo más importancia que unas horas de incertidumbre por si mi ginecóloga insistía en inducir. Carolina la mantuvo a raya y pude dejarme llevar por la fuerza de mi naturaleza.

Cuando empezaron las contracciones ya estaba en mi sala de partos: una habitación relajada, suave, con una cama confortable, unas espalderas, una pelota enorme, la bañera de partos, una ducha y un retrete. Pero todo eso me sobraba, excepto la cama y el retrete, porque lo más importante lo llevé conmigo. Mi música de vida: una recopilación de mis canciones favoritas desde mi infancia. Quería que ese recorrido por la música que me había cautivado desde pequeña  nos acompañara a mi hijo y a mí en su nacimiento, en mi parto.

Fue mágico, hipnótico, extático. Las contracciones venían como olas potentes, nada dolorosas, algunas incluso placenteras. Hubo un par de horas que nos las cambiaría por nada en el mundo. Fueron increíbles. Fue una danza con la vida, con mi vida, mis recuerdos; con el futuro que salía de mi vientre. El pasado acompañó la bajada de mi hijo con sus sonidos y las imágenes y sentimientos que estos evocaban. Mi mente se perdió en ellos arropada por esas viejas canciones. Salí del tiempo y del espacio y me perdí en un ahora eterno donde mi infancia, mi adolescencia, mi vida adulta se fundían acunadas por el vaivén de las olas que traían a mi hijo al mundo.

Mi cuerpo era poderoso, eterno, inmenso. NO hubo dolor. NO hubo sufrimiento. Sólo placer y felicidad. Mi hijo estaba naciendo

Entró la comadrona y rompió el hechizo: "¡Llama a Carolina, que yo tengo una madre primeriza y no te podré atender si te pones a expulsar ahora!"

Hasta ese momento yo había abierto la puerta que lleva al parto orgásmico, había asomado la cabeza por la abertura, había estirado la mano y lo había tocado con la punta de los dedos. La llamada de atención de aquella comadrona provocó mi retirada. Volví al mundo real. Cerré la puerta. Mi cuerpo volvió a quedar bajo el control del neocórtex. Pero el camino andado ya estaba hecho y con 8 cm de dilatación sólo me quedaron 4 contracciones más, estas sí me dolieron, y el expulsivo, que también fue doloroso. 20 minutos nada más.

¿Que hubiera pasado si nadie me hubiera sacado de mi estado extático? ¿Hubiera parido totalmente sin dolor?¿Hubiera sido el expulsivo un gran orgasmo? No lo sé. Probablemente nunca lo sepa y mi camino hacia la recuperación de LA MADRE y de la maternidad completa se quede aquí, en cuanto a lo que al parto se refiere.

Pero me siento satisfecha. No cambiaría esas horas de dilatación no dolorosa, extática y placentera por nada del mundo. Cuento mi parto a diestro y siniestro para que las nuevas mamás puedan empezar desde el punto en que yo lo dejé, para que lleguen mucho más lejos. Para que se lo crean. Y me siento una privilegiada por haber podido vivir el parto que tuve.

Por todo esto me cuesta tanto entender que haya madres que, teniendo este y tantos otros testimonios al alcance de la mano, tanta información científica apoyando el parto natural, cuestionando las intervenciones innecesarias, GRITANDO los peligros de las cesáreas innecesareas, prefieran actuar desde la ignorancia y los intereses creados, a pesar de su situación privilegiada que les coloca en una posición donde tienen todas las posibilidades al alcance de la mano (y el bolsillo).

Pero este post no va dedicado a esas madres, ni siquiera a la más famosa de estos días: Shakira. No. Este post va dedicado a mi amiga Vivian Watson, autora del blog Nace Una Mamá y coautora de Una Nueva Maternidad. Resulta que Vivian no pertenece a esa clase social privilegiada y no lo tiene tan fácil para elegir el parto que quiere. Pero sí pertenece a esa otra clase de personas conscientes, inteligentes, informadas, preocupadas y ocupadas en construir un mundo y una sociedad mejores para todos. Por desgracia estas cualidades no se pagan con dinero, ya que en el fondo - y aunque no dé la felicidad - tal cual están las cosas a día de hoy, el dinero te da la libertad que necesitas para ejercer tus derechos.

Hoy  pensaba en que es una pena y que aquí podemos aplicar ese dicho de que Dios le da pan al que no tiene dientes. Y no es justo. Más que nada porque en la sociedad actual el pan no lo reparte Dios y el que más tiene no es ni de lejos el que más se lo merece por ser el que mas aporta a los demás, el que realiza un trabajo más valorado, necesario  o difícil. Por eso van las cosas como van, claro. Y evidentemente eso no lo vamos a cambiar a corto plazo. Desde luego no en las próximas semanas.

Pero lo que sí podemos hacer es echar una mano a Vivian para que tenga su parto en casa, el parto que ella y su hija se merecen. Aquí os dejo el enlace donde podéis donar dinero para que podáis ayudar a que Vivian pueda vivir el parto que consciente y libremente ha elegido tener. Creo que el parto en casa le va a costar unos 2000 euros. Ni de lejos el coste de una cesárea, pero ya veis, 2000 euros que hacen la diferencia entre tener la libertad para elegir tu parto o no tenerla.

Espero de todo corazón vuestra colaboración para que, así, con estos pequeños/grandes detalles hagamos esta sociedad de locos un poquito más justa


¡Daos prisa que ya está en la recta final!!!!!!!!!!





LA PEDAGOGÍA BLANCA

$
0
0

Llevo un temporada terrible. Yo no sé si soy yo o son ellos o somos todos pero cada día siento que no puedo más, no doy mas de mí, me superan y no tengo más herramientas para manejar todos estos conflictos (que encima siento que ellos provocan por el mero placer de fastidiarme a mí) y que no acaben a gritos y lloros.

Cada día se monta una. Que digo una, se montan varias. Ellos, que son tres, se van turnando. Pero yo, que soy una y estoy sola con ellos prácticamente todo el día, me las tengo que comer todas. Y al final el resentimiento me asusta porque sé que no es culpa de ellos que son niños normales y sanos, sino mía, que no puedo afrontar su crianza con la madurez que requiere porque no he alcanzado esa madurez. Y para cuando la alcance, si la alcanzo, ¿será ya tarde?

Desde que nació el mayor siento que voy siguiendo un tren en marcha que nunca alcanzo. Cada paso me pilla sin la preparación intelectual y sin el estado de madurez afectivo y emocional que requiere para poder manejarlo convenientemente. El primer parto fue intervenido, la primera lactancia fue mixta, la primera pedagogía fue negra........ y el mayor va cargando con mis errores, uno a uno, porque para cuando yo aprendo ya he metido la pata con él, y muchas veces también con el segundo y con el tercero. Y es que, o yo soy dura de entendederas o esto es más difícil de lo que parece y yo he empezado desde muy abajo y ahora no llego. Es que no llego.

Se trata de saltar " a la otra orilla" pero últimamente estoy siempre en el agua. No hay manera y me ahogo. Estoy agotada.

Cuando tenía 18 años comencé una carrera universitaria para convertirme en bióloga: 5 años de licenciatura más 5 años de doctorado. Antes de considerarme capaz de ejercer como bióloga investigadora tuve que pasar un mínimo de 5 años de estudios.

Pero para convertirme en madre, una madre que cría y educa a sus hijos, no hice nada y empecé a ejercer sin la mínima preparación en una sociedad donde lo establecido deja múchísimo que desear. Dicen que a ser padres no hace falta aprender, que todo el mundo sabe. Y yo creo que depende: si estás de acuerdo con la manera en que te educaron, si no cuestionas nada, si sólo te vas a limitar a repetir en tus hijos lo que hicieron en ti, es verdad: no necesitas más.

Pero si te cuestionas las bases de lo "tradicional" de tu cultura, si crees que hay maneras mejores de hacerlo porque tus hijos no se merecen el daño que a ti te hicieron, que cambiando el paradigma de crianza puedes conseguir que ellos sean lo mejor y más felices que pueden llegar a ser, entonces sí necesitas más. Y yo quiero educar de otra manera, pero no sé hacerlo y al intentar cambiar el paradigma fracaso. Me caigo al agua. No sé como hacerlo. Simplemente es eso.

Por lo tanto necesito aprender como convertir estos deseos teóricos en una realidad diaria en la que cada segundo mi relación con ellos pone en jaque esta filosofía. Y es que no tengo herramientas para realizar el cambio ya que no sé, no conozco, no tengo ni datos ni ejemplos. A nosotros no nos educaron así. Entonces ¿Donde obtengo la información para actuar acorde a estos principios? ¿Como puedo aplicarlos en la vida diaria cada vez que mis hijos deciden que no quieren hacer lo que tienen que hacer, lo que yo necesito que hagan, o deciden hacer algo que les pone en peligro o que no es conveniente para ellos?

¿Como educarlos sin violencia, castigos, imposiciones cuando se declara un conflicto entre lo que ellos quieren y lo que tu quieres o consideras que debe ser? ¿Como no aplastar su personalidad, creatividad, libertad, iniciativa, al intentar que se ajusten a lo que yo considero que son unas normas imprescindibles para la vida familiar y social?

Mi hijo mayor va creciendo y, aunque todavía está lejos de la adolescencia, ya le siento mucho más allá del límite de mis capacidades para educarlo como quiero hacerlo. En el día a día se pone de manifiesto mi absoluta ignorancia sobre muchos aspectos de la evolución y crecimiento de mis hijos, de sus capacidades y posibilidades como seres humanos en desarrollo. Esto me pone en la peligrosa situación de estar una y otra vez recurriendo a lo que no quiero recurrir pero que es lo único que conozco: la pedagogía negra. Y es que, como he dicho, es lo único que conozco a fondo porque es lo único que se aplicó en nuestra generación y que todavía, desgraciadamente, se aplica mayoritariamente en la actualidad. Desde la propia familia hasta el personal de enseñanza del colegio, es casi imposible recibir el apoyo y la información necesarias para hacer las cosas como quiero hacerlas.

Y entonces Mireia Long me ha puesto al alcance de la mano una herramienta extraordinaria. Ella y su colaboradora Azucena Caballero han organizado un curso donde enseñarán exactamente lo que yo necesito aprender:




"...con la Pedagogía Blanca nosotras y nuestro equipo de expertos vamos a ayudarles a desarrollar herramientas y estrategias fundamentadas en el respeto al niño y a sus procesos naturales."


Ayer hicieron pública su web y aquí me tenéis, haciendo números y cavilando. De entrada parece bastante dinero, pero considerando que es un año de enseñanza y a todos los profesionales implicados no es tanto. Así que estoy pensando en apuntarme. Será una inversión que hago por mis hijos y por mi misma. Porque necesito ayuda, yo sola no puedo, y estoy cansada de no llegar nunca a coger el tren y de que mi hijo mayor pague una y otra vez por mis errores. Tal vez ahora tenga la oportunidad de dar un salto enorme para ponerme a la altura de mis expectativas y de lo que ellos necesitan de mí. Al menos en lo que se refiere a la parte intelectual. La parte de madurez afectiva y emocional tendrá que seguir su ritmo, pero esta ayuda en forma de conocimiento, formación e información supondrá una base importante desde la cual afianzar mi salto a la otra orilla, estoy segura.





MI VUELTA "A LOS RUEDOS" EN EL VII CONGRESO DE LACTANCIA MATERNA

$
0
0

Como ya sabéis mucho de vosotros, estos días - desde el 7 hasta el 9 de Marzo - se ha celebrado en Madrid el VII Congreso de Lactancia Materna. Para mí han sido unos días muy intensos que han supuesto descubrimientos y cambios a niveles muy diferentes e importantes. 

Os explico: 

En primer lugar me han supuesto una "vuelta a los ruedos". Ya sabéis que soy doctora en biología, por lo que en mi vida profesional como investigadora los congresos eran eventos frecuentes en los que tenía la oportunidad de compartir mis investigaciones con otros investigadores del sector, además de escuchar las conferencias de los "peces gordos" de mis áreas de interés. Siempre me han encantado los congresos y hay algunos de los que guardo un recuerdo maravilloso. Incluso recibí en tres ocasiones un premio a mí trabajo. Tras los mismos sueles volver a la rutina diaria del laboratorio pletórica de energía, con nuevas ideas en la mente y mucha motivación. Desde que dejé de investigar de manera profesional una de las facetas que más echaba de menos eran, precisamente, los congresos y encuentros científicos. 

Cuando vi por primera vez que se celebraría el VII Congreso de Lactancia Materna, y que además era en Madrid  (a donde me es fácil llegar en avión desde Suiza) me picó el gusanillo de apuntarme. La presencia de figuras como Ibone Olza, José María Paricio o Carlos Gonzalez era muy tentadora, además de que el lema era Lactancia Materna: La mirada de la ciencia. Un lema realmente tentador para una bióloga como yo.

Lo único que me frenaba era la inevitable separación de mis hijos durante tres días (nunca me he separado de ellos ni una noche desde que han llegado a mi vida) y el gasto económico que me iba a suponer. 

En Diciembre, como bien recordaréis, Gemma (de Como una Manada) y yo lanzamos al mundo nuestro proyecto de investigación sobre el sueño infantil. Fue entonces cuando Ileana nos lanzó sus palabras mágicas: MANDADLO AL CONGRESO DE LACTANCIA. Si os soy sincera yo ni me lo había planteado. Tres eran mis razones para creer absolutamente imposible que fuera aceptado en dicho congreso:

  1. El nuestro no era un proyecto de investigación original sino de recopilación bibliográfica. En los congresos científicos, este tipo de trabajo no se presentan como comunicaciones o pósters, que era a lo que nosotras podíamos acceder, sino que lo hacen los "peces gordos" invitados, o sea, los expertos reconocidos en una materia dada.
  2. Ninguna de las dos somos investigadoras profesionales en este campo. En este aspecto Gemma, al menos,  está afiliada a una universidad de manera profesional; pero yo, que soy primera autora, no. Al rellenar el formulario de datos de los autores, cuando preguntaron por el "centro de trabajo" (hospital, universidad...etc) yo puse: HOGAR. 
  3. El tema central del proyecto no era la lactancia sino el sueño infantil. Por supuesto que existe una intima conexión entre ambos, en la cual hicimos hincapié en nuestra presentación del proyecto al comité científico del congreso, pero la realidad es que no era un proyecto de lactancia propiamente dicho
Por estas razones yo no era nada optimista sobre las posibilidades de que aceptaran nuestro trabajo. Por el contrario Gemma, siguiendo su inalterable tendencia a creer que todo lo bueno de esta vida es siempre alcanzable, sí. 


Así que, como la idea ya estaba sembrada, el no ya lo teníamos, y la posibilidad de presentar este trabajo en un marco científico era extraordinariamente tentadora, lo mandamos.

Y contra todo (mi) pronóstico: LO ACEPTARON. 

Cierto que "sólo" como póster electrónico (en general las "mejores" comunicaciones se presentan como "comunicación oral"), pero, ante mi disgusto por este detalle, Gemma no le dio la mínima importancia: al fin y al cabo nuestro trabajo no era sobre lactancia propiamente dicho. Lo habían aceptado y eso era lo más importante. 

Así que rompí la hucha del cerdito, me pasé la semana previa al evento sin dormir pensando en como reaccionarían los niños ante mi ausencia de tres días y, con mi maletita de oso panda (de hecho la maletita de mi hijo mediano), el Jueves a las 4 de la mañana salí de mi casa rumbo a la capital de España.

Ese mismo Jueves, entre 14:30 y 15:30, presentaba mi trabajo en el grupo de pósters moderados por Carlos González. La presentación fue un éxito. Los profesionales presentes: pediatras, comadronas y enfermeras, asentían cuando yo describía las tendencias más actuales en las publicaciones científicas, a la vez que las comparaba con la información sesgada dominante que llega a los padres. Reivindiqué el derecho de los padres a nos ser manipulados por los intereses personales (y económicos) de algunos profesionales muy mediáticos y ciertas compañías de productos infantiles, a la vez que remarqué la responsabilidad que ellos mismos tenían a la hora de que TODA la información que se genera en el mundo científico llegue a la sociedad de a pie - la cual que no tiene acceso directo a las publicaciones especializadas - para que puedan encontrar soluciones a sus problemas de sueño con libertad y desde la información más completa y neutral. Al final aplaudieron haciéndome sentir muy orgullosa de nuestro trabajo (en principio, tras la presentación de cada póster, no se aplaude).

Tras la presentación me vi rodeada de personas que me pedían el e-mail o querían más información. Fue maravilloso ver como estaban de acuerdo con lo expuesto y como les interesaba profundizar en el tema. Un pediatra, cuyo nombre ahora no recuerdo, tras admitir que él aconsejaba los métodos conductistas basados en el "crying it out", al menos en algunas ocasiones, también estuvo de acuerdo en que los padres tienen derecho a saber que existen otras maneras de enfrentar y solucionar sus problemas del sueño radicalmente diferentes. Eso me pareció un gran paso hacia nuestro objetivo: que los profesionales de la pediatría no se limiten a la corriente dominante en los medios sino que profundicen en el verdadero debate científico y sean capaces de exponerlo a los padres de sus pacientes.

Así que en lo que se refiere a la promoción de nuestro proyecto, el congreso ha sido un maravilloso éxito. Pero no todo termina aquí. 

Me encantaron las conferencias y, como monitora de la liga de la leche que soy, encontré información interesantísima sobre como enfrentar muchas de las consultas con que nos vienen las madres. Aprendí sobre la leche humana y la mejor manera de conservarla. Sobre mastitis y sus los agentes infecciosos relacionados  Sobre la duración de la lactancia en diferentes épocas y culturas. Sobre la necesidad de las vacunas a pesar del efecto protector de la lactancia........ tanta y tanta información interesante que me es imposible compartirla toda con vosotros. 

De todas formas, Eloisa de Una Maternidad Diferente ha hecho varios fantásticos resúmenes de varias conferencias magistrales. Los podéis leer aquí, aquíaquí y aquí. Os lo recomiendo. 

Y me gustaría resaltar el encuentro de madres de grupos de apoyo. Incomprensiblemente no me había apuntado con antelación, como debería haber hecho, pero al llegar el momento pude colarme (sí, lo admito, me colé) sin problemas. Menos mal, porque perderse este evento hubiera sido imperdonable. El encuentro contó con la presencia de José María Parico e Ibone Olza. El primero nos habló de la duración de la lactancia en diferentes épocas y culturas y la segunda sobre el verdadero significado de la misma para las madres y sus hijos. Entre ambas conferencias proyectaron dos vídeos cortitos pero enormemente emotivos: uno de fotografías de madres e hijos (mayorcitos) lactando, con una música preciosa que nos dejó a todas con los ojos bañados en lágrimas; y otro con los testimonios de los niños: la leche sabe a chocolate, a caramelo pero, sobretodo, LA LECHE SABE A MAMÁ. 

Y, ale, más lágrimas. 

Este ha sido el primer congreso científico de mi vida en el que he salido de algunas conferencias secándome las lágrimas. Menudo subidón de oxitocina que provocaron algunos conferenciantes y sus imágenes de bebés, niños, madres y tetas. 

Otro detalle que me entusiasmó fue ver proyectadas en un congreso científico, de la mano de Ibone Olza, palabras de la maravillosa Casilda Rodrigañez de su libro La Represión del deseo materno y la génesis del estado de sumisión inconsciente. Esta fue un primer paso para aceptar, de manera oficial y desde el mundo de la ciencia, la existencia de la sexualidad maternal: La reivindicación de la lactancia como un acto de la sexualidad maternal. Ya era hora. 

Y otro tema que, por fin, se hizo visible - de nuevo en la reunión de madres - fue la lactancia de hijos adoptados. Un par de monitoras de grupo de apoyo hablaron de sus experiencias en este aspecto. Fue emocionante. Yo aproveché para reivindicar (he estado de lo más reivindicativa, por lo que parece) que en el próximo congreso dediquen mas tiempo a tratar este tema en profundidad, además de dedicar más esfuerzo a la formación en lactancia materna de los profesionales de la adopción, para que la idea de que  amamantar a sus hijos adoptivos es posible les llegue a las madres. Y  no sólo que es posible, también que es importante. Es importante, maravilloso y posible. Y ni siquiera hace falta que sea "lactancia real", entendida como un bebé que se alimenta de la leche de su madre. Puede ser también  "lactancia simbólica": una madre que ofrece el pecho a su bebé o niño adoptado el cual, a pesar de no poder alimentarse - bien porque a perdido el reflejo necesario para extraer leche del pecho o porque la madre no tiene leche - mama para consolase, para sentir a su madre, para familiarizarse y hacer suyos su olor, su sabor, su piel, su presencia.... SU MATERNIDAD. 

Esto me ha hecho pensar que también sería muy interesante estudiar a nivel hormonal (oxitocina, prolactina, endorfinas) el efecto de la lactancia en la diada madre e hijo. No me extrañaría nada que los niveles hormonales de ambos reflejen una maternidad más "biológicamente" establecida. Me pongo como tarea pendiente profundizar mediante el MedLine sobre este tema y escribir un artículo en el blog. 

Y en este contexto me viene a la mente una de las ponencias, la de Susana Ares Segura, en la que nos explicó como el ADN de la madre, tras transcribirse a ARN, es capaz de entrar en la leche en forma de partículas muy semejantes a los retrovirus y, actuando de manera análoga, incorporarse en el ADN de su hijo. No está claro el significado de este fenómeno en la diada madre/hijo biológica y, desde luego, es un fenómeno impresionante. Pero si lo trasladamos a la diada madre/hijo adoptivos ¿Que implicaciones tiene este descubrimiento? ¿Podría este fenómeno ayudar al bebé a adaptarse mejor a su nuevo entorno biológico (lleno de virus y bacterias frente a los que él no estaría inmunizado ya que no corresponden a los que se exponía su madre biológica)? 

Interesantísimo. Os prometo profundizar en este tema y escribir un artículo más en detalle.

Y por último, pero no por eso menos importante, este congreso me ha dado la oportunidad de conocer a gente maravillosa. 

Primero me encontré, tras la presentación de nuestro póster, con tres grandes mujeres:

Una es Eloisa, periodista de formación y madre bloguera al frente de Una Maternidad Diferente, además de co-fundadora de la tienda de productos infantiles Oh! La Luna. Todo un honor conocerla y compartir con ella momentos del congreso. 

Otra es mi admiradísima Imma Marcos, comadrona e IBCLC, con la que no pude más que intercambiar unas palabras pero a la que quise transmitir lo importante que fue su influencia a la hora de conseguir el parto maravilloso de mi tercer hijo.

Otra fue Carmen Gabilondo, matrona, diplomada en psicología (ISCE), en sofrología, puericultura y educadora de madres. Autora del libro Siete pasos hacia un parto feliz, entre otros. Una mujer que es un tesoro en este mundo de la lactancia y la crianza porque las mujeres de su generación concienciadas, formadas y comprometidas como ella son realmente excepcionales. Un tesoro para todas nosotros y un ejemplo maravilloso de que dedicarse a tu pasión no tiene edad y siempre tienes la oportunidad de aprender y aportar. 

También tuve la oportunidad de intercambiar unas palabras con dos grandes pediatras que, no sólo son muy mediáticos, sino que también, cada uno a su manera, ha supuesto el principio de un cambio de paradigma en el mundo de la pediatría. Un cambio que espero que se vaya extendiendo y deje de ser excepcional, por el bien de todos nuestros niños. Ya sabréis a quién me refiero: José María Paricio y Carlos Gonzalez.

Y por supuesto, en el encuentro de madres pude conocer algunas de las integrantes de La Liga de La Leche de Madrid. Maravillosas. 

Pero mi historia de encuentros no acaba en el congreso. Ahora ando zombi de sueño, pero le saqué mas jugo a mi viaje a Madrid quedando por la noche con tres grandes amigas. 

La primera noche tras el congreso pude conocer - por fin, en persona porque nos conocíamos desde hace años de manera virtual - y cenar con Irene García Perulero, coautora de Una nueva maternidad y escritora al frente de Ser Mamás. Una velada preciosa con ella y su familia, acompañada con un pollo con arroz que espero me pasen la receta porque estaba de muerte. Y, la segunda noche,  pude compartir unas esperadas horitas de charla con Gemma y  Beatriz Beneitez, esta última abogada y mediadora al frente de Mediación: entre la necesidad y el derecho. ¡Que lujo de salidas nocturnas! 

En fin, que puedo considerar esta aventura un verdadero éxito a todos los niveles. Incluso lo que más miedo me daba - dejar a mis hijos tres días en manos de su "inexperto"padre - resulto un miedo infundado. Se lo pasaron de maravilla. El único inconveniente es que yo llegué a las 12 de la noche con el pecho rebosante de leche, después de tres días sin mi pequeño "sacaleches" humano. Por suerte, sin ni siquiera despertarle pude ponerle al pecho (estaría en fase REM) y me vació lo suficiente como  para dormir tranquila. Por la mañana acabó de vaciarme "del todo" (los pechos nunca se vacían del todo) y los tres me recibieron, al despertarse y encontrarme en la cama, de manera inolvidable.

Os dejo con un vídeo precioso. No es el del congreso. Si ese lo cuelgan ya os lo traeré. Pero es igual de hermoso. Es de Colon Villén, del blog Buceando en mí. Los textos son de Ileana Medina de Tenemos Tetas.


CRECIENDO

$
0
0
La teoría de como quiero criar a mis hijos la tengo clarísima. Cristalina.  

Pero la práctica me queda grande y eso es algo que ya he compartido con vosotros en innumerables ocasiones. 

Por suerte, en esta aventura de la crianza respetuosa no estoy sola. A parte de un  padre de mis hijos que vale su peso en oro y unos abuelos que siempre están ahí apoyando todas las decisiones (a pesar de los pesares, porque su generación es la que es, con todo lo que eso conlleva), tengo unas hermanas, unas a dos edificios de distancia y otras a miles de kilómetros, siempre dispuestas a sostener, con sus palabras y su apoyo, mis convicciones tan trabajadas y reflexionadas, pero tan difíciles de convertir en realidad

Gracias Mónica. Porque cuando la profesora nos dijo que mi mediano era demasiado "inmaduro emocionalmente" para abandonar en agosto el Kindergarten e ir al colegio lo sentí como un "suspenso". Una derrota. La huella de una crianza inmersa en el sistema de competitividad, de ser el primero o morir en el intento, de "soy en comparación a los demás", está tan arraigada que he necesitado mucho trabajo personal para asimilar esa afirmación e interpretarla en todo su esplendor. 

Llevo unos días de intenso auto-examen y reflexión para poder ser la madre capaz de respetar, apreciar y valorar las peculiaridades y características únicas  de su hijo, fuera de convencionalismos obsoletos y malignos, diseñados para adiestrar una población sometida a un sistema enfermo. Y en este proceso tus palabras han sido determinantes. 


Seguimos creciendo

LA SUERTE QUE YO HE TENIDO NO HA VENIDO SOLA

$
0
0
Ayer recibí unos comentarios cargados de ignorancia y agresividad en el post "Sobre el Sentido Común de Algunos de Nuestros Pediatras". Podéis leer el primero porque no lo he borrado. Es el de una tal mery . Luego vinieron tres comentarios más en el mismo tono insultante que borré inmediatamente. Y ni siquiera fueron los últimos. A día de hoy le sigo borrando sus comentarios.

Mi primera reacción fue de enfado. Que tipa más cansina. Si no le gusta lo que escribo, simplemente, que deje de leerlo. ¿Que sentido tiene comentar una y otra vez sin argumentos, sólo con insultos y desprecio? ¿Para que pierde el tiempo en algo así? La web está llena de blogs donde podrá disfrutar leyendo artículos que le den la razón. Así que ¿Por qué se queda en esta, mi casa, tocándome las narices, insultándonos a mí y a mi lectores con comentarios cargados de ignorancia, resentimiento y amargura?

Amargura. Bajo esas palabras insultantes se escondía y se dejaba ver una terrible amargura. Esa fue la clave que me a hecho cambiar mi enfado por tristeza. No sé que alimenta la amargura de mery, ya que no sé absolutamente nada de ella a parte de este rechazo irracional y visceral contra la lactancia materna. Lo que sí sé es que la gran mayoría de ataques a la lactancia materna están basados en un profundo sentimiento de amargura. Y muchas veces - ya digo que no sé, de hecho no creo, que este sea el caso - esta amargura nace de una lactancia frustrada y la necesidad de creer con toda el alma que realmente "es lo mismo" dar la teta que dar el biberón, manteniéndose de manera obsesiva en una ignorancia absurda sobre todo lo referente a la lactancia materna que llega desde el mundo de la ciencia y la salud. 

Y entonces me acordé de mi propia ignorancia de hace unos años, cuando era capaz de asentir a ese argumento falso y facilón tan esgrimido por los que no tienen ni idea: "es lo mismo". A lo mejor la tal mery sólo es una mujer joven, o una adolescente  con unas ideas en la cabeza no demasiado diferentes a las que pude tener yo en aquella época. Tal vez si yo no me dediqué a pasearme por los blogs lactivistas dando la tabarra fue porque en aquella época no había blogs, ni blogosfera lactivista, a los que fastidiar con mis ignorancias varias.

Pues sí. Yo he llegado a menear mi cabeza de arriba a bajo, tal vez incluso a confirmar con mis palabras que "es lo mismo".

Eso fue antes de tener hijos. 

Cuando llegó mi primer hijo mi cuerpo sabía perfectamente que no era lo mismo, aunque a mi alrededor el mensaje predominante seguía siendo que si lo era. Y como me vi incapaz de negar esa realidad, cuando me enfrenté al hecho de que la lactancia de mi primer hijo era un terrible desastre de dolor y mastitis recurrentes me hundí en una profunda amargura

Amargura.

Amargura porque no podía darle a la persona que más amaba en el mundo una de las cosas que más necesitaba de mí: mi leche. 

Y no podía evitar sentir amargura cada vez que alguien le daba un biberón de leche de fórmula bajo el argumento de que "es lo mismo", "no pasa nada", "tú te criaste con biberón y mira que guapa estás"

Mi deseo maternal me GRITABA: ¡No es lo mismo!!! ¡Sí que pasa!!!!! ¡No es esto lo que quiero para mi hijo!!!!!

Podría haberlo acallado. Podría haber cerrado la puerta a esta sabiduría ancestral que luchaba por liberarme de los convencionalismos sociales y culturales que me impedían maternar a mi hijo como ambos necesitábamos. Al fin y al cabo llevaba toda la vida haciéndolo en todo el resto de aspectos de mi vida.

Así que podría  haberme rendido a las mastitis recurrentes, al biberón que "es lo mismo", al bebé llorando sólo en la cuna, al "todavía no puede tener hambre, eso es que tu leche no le alimenta", al "no le cojas tanto que lo mal-acostumbras" al "dale un biberón por la noche para que te deje dormir"....... 

Pero esta vez no lo hice. La maternidad debilitó la coraza del personaje impuesto y "políticamente correcto" que era María Berrozpe y mi verdadera naturaleza empezó a removerse, manifestarse y liberarse. Esta vez no me sometería. Esta vez ya no.

No sé hasta que punto esta reacción, de la que me siento muy orgullosa, fue mérito mio o de las circunstancias que tuve la suerte de que me rodearan. Para empezar estaba en un país donde la lactancia tras el parto está mucho más establecida y apoyada, al menos hasta los 6 meses (los suizos deben tener algún error de traducción de los consejos de la OMS porque a partir de los 6 meses empiezan a meter leche de vaca a los críos; adaptada, pero de vaca) y donde los partos, por defecto, son más respetuosos que en España. También contaba con un servicio de comadrona a domicilio: 10 visitas pagadas por el seguro para asegurarse de que todo va bien. 

Y menos mal, porque en mi caso la vuelta a casa no fue nada bien. Ya en el hospital sufrí mi primera mastitis, pero la peor fue la segunda, a los tres días de llegar a casa; una mastitís que me tumbo con 40 grados en la cama. Bendita fue entonces la comadrona que me diagnosticó, llamó a la ginecóloga y me trajo los antibióticos, evitando que tuviera que ser nuevamente hospitalizada. Bendita fue también la presencia de mi madre que, a pesar de sus biberones y de su "no pasa nada por un poco de leche de fórmula, que tu así no puedes amamantar" era la que me ponía el bebé al pecho y la que aguantaba mis lágrimas de dolor. 

Y benditas la lectura del Bésame mucho de Carlos Gonzalez y la del Amor Maternal de Sue Gerhard. Los dos primeros libros "liberadores" de los muchos que irían cayendo en mis manos durante mi maternidad. Benditos autores: Rosa Jové, Michel Odent, Alice Miller, Laura Gutman, Jean Liedloff,Meredith Small.....etc

Y bendita blogosfera, que estuvo y está ahí desde que comenzó el proceso de transformación, apoyándolo y afirmándolo: Nohemí, Ileana, Louma, Raquel, Irene, Carolina,  Mari Mar, Maria Jose, Vivian, Azucena, Mireia, Rafi, Alba, Rosa, Ramón, Elena, Gemma ........

Pero dado que hoy quiero resaltar mis inicios en la lactancia materna y las dificultades que tuve que superar para no tirar la toalla, quiero hacer una mención especial:  hoy quiero resaltar las personas y la organización sin cuyo apoyo nada de todo esto hubiera sido posible:  Bendita Liga de La Leche Internacional, y bendita la monitora que a  través de internet, y salvando miles de kilómetros de distancia, me sostuvo y acompañó en la accidentada lactancia de mi primer hijo. Ella abrió la puerta que me permitió entrar definitivamente en el mundo de la lactancia materna placentera. Una puerta por la que, además,  entraron el resto de compañeras de la LLL: Amaia, Esther, Ximena, Gabriela, Alessandra......... Un primer paso que me permitió, no sólo amamantar a mis hijos tal y como ellos y yo deseábamos, sino sumergirme en la liberación comenzada y desarrollar la maternidad que realmente quería mi naturaleza de mujer.

Querer dar de mamar a tu hijo - no sólo porque sabes que es lo mejor para él y para ti, sino porque te sale de las entrañas, lo deseas con toda tu alma y sientes que no puede ser de otra manera - y a pesar de todo no poder, tiene que ser durísimo. En el último post de Alba Padró hay un testimonio que yo encuentro desgarrador y que muestra a cara descubierta el efecto más doloroso del lactivismo: la madre a quien las campañas prolactancia encrudecen su propio dolor fruto de no poder amamantar a su hijo. Esta madre pide que le demos un respiro y cree que la consideramos mala madre. 

Yo creo que nadie la considera mala madre, y es evidente que aunque ella sienta que ha tenido todo el apoyo necesario, existen dificultados que quedan fuera de nuestra capacidad y la de nuestro entorno para  superarlas, al menos en ese momento dado. Pero no por eso creo que podamos "darle un respiro", si ello significa silenciar las bondades de la leche materna y acabar con las campañas prolactancia. Y eso no lo podemos hacer, precisamente, para que cada vez haya menos casos como el suyo. 

La lactancia es una cuestión de salud pública y desde el mundo de la sanidad no les queda otra que apoyarla. Es su obligación, tanto como lo es advertir sobre los peligros del tabaco, el colesterol alto, la obesidad o el abuso del alcohol. El objetivo del personal sanitario tiene que ser que el 100% de los niños sean amamantados en exclusiva hasta los 6 meses, y a partir de entonces con alimentación suplementaria como mínimo dos años, alargando la lactancia todo lo que la madre y el hijo deseen. Eso de momento, porque puede ser que, a medida que aumenta en cantidad e importancia la investigación en lactancia materna, se vayan alargando los tiempos. Algo que no me extrañaría nada, vistos los nuevos datos expuestos en el último congreso de Lactancia Materna celebrado en Madrid este mes de Marzo, donde los expertos expusieron resultados sorprendentes sobre las características de la leche materna, los cuales pueden tener implicaciones que todavía ni nos imaginamos. 

No sé que hubiera sido de mí si tras aquella primera mastitis, o la segunda o la tercera, hubiera tirado la toalla. No sé como hubiera reaccionado al hecho de sentirme obligada a enterrar mi verdadero deseo maternal bajo toneladas de frustración, tristeza, culpabilidad y decepción. Supongo que me sentiría igual que la madre del post de Alba. En realidad "supongo" no es la palabra correcta. Creo que "seguro"  me sentiría como la madre del post de Alba, y me dolería cada dato expuesto anunciando las bondades de la leche materna. Pero quiero pensar que sería capaz de elaborar mi duelo y seguir adelante, como parece que hace esta valiente mujer que, a pesar de su dolor, en ningún momento niega la superioridad de la leche humana como alimento para el bebé. 

Sé que hay muchas madres que a pesar de no haber podido superar las dificultades para amamantar que se les pusieron en el camino, son arduas defensoras de la lactancia, e incluso ayudan a otras madres que pasan por situaciones parecidas, brindando el apoyo que ellas no tuvieron. Como dice mi queridaCarolina en el primero de sus tres capítulos del libro "Una Nueva Maternidad":

 "...soy la madre que ha dado biberón mas lactivista que conozco". 

Pocas mujeres hay más comprometidas con la defensa de la lactancia que ella. Y, afortunadamente, no es la única.  

Yo no sé que hubiera sido de mí y mi lactancia sin aquellos e-mails de aquella monitora sudamericana, cargados de empatía, conocimientos y apoyo. Podría ser que ahora yo seria una de esas cansinas que se pasean por los blog lactivistas tocando las narices, negando la evidencia con su "es lo mismo" y proyectando la amargura de mi propio e injusto fracaso. A lo peor me dedicaría a atacar la lactancia materna como al peor de mis enemigos, llegando a considerar las campañas a favor de la misma conspiraciones neomachistas para volver a meter a la mujer en casa.  Puede ser. Aunque, tal vez, hubiera sido capaz de elaborar sanamente mi duelo y comportarme con la sabiduría, valentía y honestidad de  mujeres como Carolina, madres maravillosas capaces de dar a sus hijos lo mejor de sí mismas. Prefiero pensar esto de mí misma, la verdad.

Pero como al final no tuve que enfrentarme a esta situación, nunca sabré como hubiera reaccionado. Por eso me toca ser muy cuidadosa a la hora de juzgar a estas mujeres que nos odian, nuestras lactancias les dan "asco", nos llaman neomachistas, nos culpan de sus sentimientos de culpabilidad y van repitiendo el "es lo mismo" a todo aquel incauto que se les ponga al alcance. 

Quien sabe si en otra realidad,en un universo paralelo, yo soy una de ellas. 







HABLANDO DE CIENCIA Y LACTANCIA: TRAIL

$
0
0
He de reconocer que el haber asistido al VII congreso de Lactancia Materna celebrado en Madrid este mes de Marzo me está resultando de los más fructífero. Y es que salí de ahí cargada con apuntes sobre temas interesantísimos en los cuales ir, poco a poco, profundizando más. 

Por eso he decidido comenzar a escribir una serie de post, sin prisa pero sin pausa, en los cuales bajo la etiqueta de Lactancia y Ciencia, desarrollaré los temas científicos relacionados con la lactancia materna que más me llaman la atención. No sé si sacaré uno al mes o dos al año o uno a la semana. Pero os prometo que poquito a poco iré tocando los temas más novedosos e interesantes.

Y empiezo ahora mismo: entre esos apuntes del congreso hoy he encontrado una suscripción gratuita por un mes para el Journal of Human Lactation  y, a pesar de todos los temas pendientes que tengo en mi escritorio, no he podido resistir la tentación de hacerla efectiva para echar un vistazo al último número, ya que la misma caduca el 31 de Marzo. Y tal y como me temía (me faltan horas para leer todo lo que tengo que leer) me he encontrado un artículo interesantísimo en el que se ha evidenciado, en el calostro y la leche humana, la presencia  de una alta concentración de una citoquina con demostrada actividad antitumoral dada su capacidad para inducir la muerte celular programada, o apoptosis, en células cancerosas:




O sea, el calostro y la leche humana contienen ALTOS niveles del TNF-Related Apoptosis-Inducing Ligand (TRAIL). Y altos significa 48.6 ng/mL, aproximadamente dos veces al nivel detectado en el fluido del saco conjuntival, 40 veces el nivel detectado en la saliva humana y más de 400 veces el nivel más alto detectado en suero humano. Y aunque la concentración de TRIAL disminuye a los 4 o 5 días, todavía se mantiene mucho más alta que en el plasma/suero y dentro del rango en el que se supone capaz de matar células cancerosas (Davanzo et al, 2013). 


Ya me veía venir otro componente sorprendente de nuestra Super-Leche humana. Componente que seguro demostrará con el tiempo su importancia en el desarrollo saludable de nuestras criaturas. En este caso TRIAL parece que va a tener un papel importante en el desarrollo y función del sistema inmune y que, muy posiblemente, tenga un papel fundamental en la prevención de canceres infantiles, como la leucemia linfoblástica, la enfermedad de Hodgkin’s, y el neuroblastoma, dado su papel demostrado en la inmunidad celular (Davanzo et al, 2013). 

Tampoco he podido resistir la tentación de pasarme la tarde profundizando un poquito más en esta citokina. Os dejo unos datos que tal vez os parezcan interesantes y os ayuden a haceros una idea de su importancia:

TRAIL es una citoquina, miembro de la superfamilia del TNF (Tumor Necrosis Factor, en español: Factor de Necrosis Tumoral) con un papel importantísimo en la regulación del equilibro proliferación/apoptosis en diversos órganos y tejidos. Se expresa en una gran variedad de tejidos: pulmón fetal, hígado, timo, ovario, intestino grueso y delgado, linfocitos periféricos,corazón, placenta, músculo esquelético y riñón (Davanzo et al, 2013).


Hoy en día está ampliamente demostrado que TRAIL induce arresto celular y apoptosis en numerosos tipos de células tumorales, aunque no en todas ya que en otros tipos ha resultado actuar incluso como una activador de la proliferación,  a pesar de lo cual se considera una terapia complementaria o alternativa prometedora para el tratamiento de diversos cánceres. Lo interesante es que, a diferencia de otros miembros de la superfamilia del TNF, como el TNF-aCD95L, que debido a sus  efectos secundarios severamente tóxicos están descartados como tratamiento sistémico del cáncer, TRAIL es efectivo a la hora de matar selectivamente, tanto in vivo como in vitro, a células tumorales de cánceres de pulmón, pecho, próstata, colon, riñón, tiroides y piel, sin mostrar, in vivo, una significativa toxicidad en el resto de órganos ya que respeta las células sanas. En experimentos en animales, ratones y primates no humanos, el TRAIL recombinante inyectado sistémicamente provoca la apoptosis de las células tumorales y el anticuerpo recientemente desarrollado, Anti-TRAIL-R2, exhibe una potente actividad antitumoral sin mostrar toxicidad hepática. Se ha demostrado que TRAIL actúa sinérgicamente con drogas quimioterapéuticas causando una regresión substancial, o incluso la desaparición, de tumores sólidos de mama y colon, en modelos animales. Y no sólo con tumores primarios; TRAIL también es un potente inhibidor de la formación de metástasis. Todo ello demuestra que TRAIL es un excelente candidato como tratamiento contra tumores sólidos, efectivo pero tolerable, tanto por sí solo como en combinación con quimio/radio terapia (Di Pietro & Zauli, 2004). 

Como ya hemos comentado, TRAIL se expresa en un gran número de tipos celulares, entre los que se encuentran células del sistema inmunitario. Entre las células del sistema inmunitario que lo expresan tenemos los linfocitos B no activados y los T activados, las células natural killer (NK), los monocitos/macrófagos y las células dendríticas. La regulación de la expresión de TRAIL en el sistema inmune se lleva a cabo por citokinas, como los Interferónes -α, β y γ o las interleukinas  2, 7 y 15. Todos estos datos sobre las expresión y regulación de TRAIL nos indican que tiene un papel importante en la inmunidad contra los virus, aunque todavía no se sabe si su función es efectora o reguladora. Los estudios con ratones knockout (ratones que no pueden expresar una proteína en concreto) de TRAIL o su receptor parecen indicar que TRAIL puede actuar como un regulador negativo del sistema inmune adaptativo, a la vez que como un mecanismo efector de la respuesta inmune innata frente a patógenos intracelulares (Cummins & Badley, 2009). 

Interesante ¿Verdad? Las investigaciones apuntan a que TRIAL va a tener un papel importante en la defensa de nuestros recién nacidos contra los virus y contra el desarrollo de cáncer infantil. Parece que el famoso HAMLET tiene un coleguita en su lucha contra el cáncer desde nuestra magnífica leche humana. 

Y los que todavía nos faltan por encontrar. 


UN TESTIMONIO DE LACTANCIA ADOPTIVA: ENTREVISTA A ÁFRICA EN MATERNIDAD CONTINUMM

$
0
0
Hace algún tiempo, entre los comentarios de el blog de Eloisa, Una Maternidad Diferente, conocí a África y supe de su lactancia adoptiva. Hoy he tenido la gran suerte de poder leer su historia más en detalle, en esta estupenda entrevista que le hace Pilar Martinez en su blog Maternidad Continumm

Me he emocionado leyéndola. Me parece una historia tan bonita, tan llena de amor, tan esperanzadora que quiero compartirla en este blog con todos vosotros. Espero que su testimonio llegue a las futuras mamás adoptivas que sientan, como África, el deseo de amamantar a sus hijos, para que así sepan que siempre es posible -se consiga producir leche o no- y en muchas ocasiones  incluso se consigue producir leche para alimentar al bebé en exclusiva.

Enhorabuena África. Con tu esfuerzo no sólo has conseguido alimentar a tu hijo con la leche de tu pecho, también has abierto la puerta de la lactancia adoptiva a muchas madres que lo desean desde lo más profundo de su corazón y que tal vez pensaran que no era posible.



HABLANDO DE CIENCIA Y LACTANCIA: TRANSMISIÓN DE INFORMACIÓN GENÉTICA ENTRE LA MADRE Y EL HIJO A TRAVÉS DE LA LACTANCIA

$
0
0
Tal y como os prometí me he pasado un par de días profundizando más en el interesantísimo tema que nos trajo la doctora Susana Ares Segura en su ponencia: Integración del genoma materno en el genoma del neonato a través de transporte de fragmentos de RNA en la leche materna, realizada durante el VII Congreso de Lactancia Materna.

Os cuento:

En el año 1970 se hizo un curioso descubrimiento en la leche humana: se encontraron unas partículas que presentaban características típicas de los retrovirus, en cuyo interior se encontraba una cadena simple de ARN asociada físicamente al enzima transcriptasa reversa (Irmak et al, 2012).

Evidentemente en lo primero que se pensó fue en su relación con el cáncer de mama, ya que es inevitable asociar los retrovirus al cáncer. Pero a pesar de las sospechas iniciales, los estudios subsiguientes no consiguieron demostrar una correlación significativa entre la presencia de estas partículas en la leche y el desarrollo de cáncer. Dada la falta de evidencias de  la existencia de un virus de tumores mamarios, la posibilidad de que el cáncer de mama humano pudiera estar íntimamente asociado a virus oncogénicos fue perdiendo fuerza, hasta desaparecer definitivamente en los años 80, por lo que estas curiosas partículas cayeron en el olvido.

Hemos tenido que esperar hasta el siglo XXI para volver a encontrarnos con ellas. En el año 2007 Admyre et al encontraron lo que llamarían exosomas, lactosomas o microvesiculas de evacuación: unas partículas con las mismas características bioquímicas y estructurales que las encontradas anteriormente en los años 70 y que compartían con estas la curiosa propiedad de contener en su interior ARN  asociado a transcriptasa inversa, tal y como es característico en los retrovirus. Además estas partículas demostraron la asombrosa capacidad de ser capaces de liberar su ARN en el interior de células, lo que permitía pensar que eran una manera de introducir ARN de la madre en las células de su descendencia.

Así todo apunta a que las microvesiculas tipo retrovirus encontradas en los años 70 son las mismas que las que los investigadores re-descubrieron en los primeros años del siglo XXI.

Y ahora se sabe muchísimo más de ellas y, bajo mi punto de vista, todo es asombroso.

Se pueden formar directamente de la parte apical de las células epiteliales mamarias mediante un mecanismo de secreción apocrino o indirectamente en el citoplasma de los glóbulos de grasa de la leche (milk fat globules, MFG), mediante un mecanismo similar al que utilizan los virus encapsulados para ser secretados de las células infectadas (Figura 1).

El análisis de la composición proteica de las MFG y de los lactosomas muestra que comparten muchas proteínas, aunque los lactosomas están especialmente enriquecidos con proteínas relacionadas con la vía de señalización de la endocitosis mediada por caveolas.

Además de este contenido rico en proteínas, la media luna de citoplasma de los MFGs  ha demostrado contener cantidades importantes de ARN de alta calidad; alrededor de 14000 transcriptos que representan el transcriptoma del MFG en el que encontramos genes relacionados con:

  1. La señalización celular 
  2. El ciclo celular 
  3. Replicación, recombinación y reparación de ADN, 
  4. Síntesis de proteínas, expresión de genes y tráfico de ARN. 

Todo esto ha llevado a los investigadores a pensar que el transcriptoma del MFG refleja el ARN de los lactosomas los cuales tienen actividad transcriptasa inversa y, por lo tanto, son capaces de transcribir el ARN en ADN de doble cadena.

¿Que puede significar todo esto? Pues puede significar que una cantidad impresionante de información materna en forma de ARN es capaz abandonar las células epiteliales de la madre en forma de lactosomas,  para integrarse en el ADN cromosómico de las células del hijo.  

Ya está demostrado que estos lactosomas son capaces de resistir el ácido estomacal, llegar al intestino del bebé y, tal como hemos dicho, por mecanismos de endocitosis y transcitosis mediada por caveolas, atravesar la mucosa intestinal para llegar al torrente sanguíneo o a los vasos linfáticos.  Una vez dentro del cuerpo del bebé los lactosomas serán capaces de entrar en diferentes tipos celulares y, tras transcribir el ARN en ADN de doble cadena, integrar su información en el núcleo de la célula. Todo ello ocurre mediante los mismos mecanismos utilizados por los retrovirus (Figura 2).

Figura 2: Representación gráfica de la endocitosis mediada por caveolas  de los lactosomas, y la integración de su ARN en el ADN de la célula huésped. (Fuente: Irmak et al, 2012)

Como es de esperar, ante toda esta información los especialistas en terapia génica ya se están frotando las manos imaginando terapias milagrosas en las que los lactantes con enfermedades genéticas puedan reparar su ADN gracias a una leche materna portadora del gen sano, algo para lo que, me temo, todavía falta mucha investigación. Pero a parte del potencial de estas partículas para este campo, a mi lo que realmente me rompe la cabeza es su función natural: ¿Qué significado tiene todo esto? ¿Qué información está pasando la madre a su hijo o al bebé que amamanta? y ¿Para qué? La naturaleza no de punzada sin hilo, eso es evidente, y este mecanismo es demasiado complicado como para no tener una función importante.

En la actualidad sabemos que un porcentaje significativo del ADN genómico de los mamíferos está compuesto por retrotransposones cuyo origen es incierto. Alrededor del 40% del genoma humano se considera retrotransposones no retrovirales. Dada la enorme diversidad de retrotransposones comparado con la diversidad más limitada de retrovirus podemos pensar que existe al menos otra fuente imortante de estos elementos diferente a los retrovirus. Y los candidatos ideales para ello son los lactosomas, con sus 14000 transcriptos preparados para insertarse en el ADN del bebé lactante.

He buscado bibliografía sobre las posibles funciones de los lactosomas, pero parece que, de momento, no hay demasiado. En un estudio reciente, los autores han observado que el ARN de los lactosomas está enriquecido en micro-ARN relacionados con el sistema inmune, lo que les lleva a hipotetizar que son un factor importante en el desarrollo del sistema inmune del bebé (Zhou et al, 2012). La observación de un estudio anterior, demostrando que los lactosomas  pueden ser absorbidos por macrófagos, apoya esta teoría ya que, en principio, tras incorporar los lactosomas los macrófagos podrían incorporar en su propio ADN la información genética contenida en los mismos (Lasser et al, 2011). Otro grupo de investigadores también demostró la capacidad de los lactosomas para influir en la respuesta inmune (Admyre et al, 2007Admyre et al, 2008).

Asumo que en los próximos años aparecerán nuevos estudios con resultados asombrosos e interesantes. Y mientras yo sigo preguntándome qué significado tiene todo esto y que implicaciones puede llegar a tener no sólo en la diada madre-bebé "biológica", sino especialmente en los casos en los que los bebes son amamantados por mujeres diferentes a sus madres biológicas (Irmak et al, 2012)..

¿Podría ser una herramienta con la que la naturaleza transfiere información importante sobre el ambiente donde se va a criar el bebé? Por ejemplo: un bebé alimentado por mujeres cercanas a su madre biológica ¿Podría estar recibiendo información importante del pool genético de su comunidad que tal vez no le llegó por herencia de sus padres? Y en el caso de la lactancia de madres adoptivas, lo mismo ¿Podría ser una manera de preparar biologicamente al bebé para su nueva familia/comunidad y ambiente?

Preguntas abiertas que espero reciban respuesta con el tiempo. La leche humana nos sigue sorprendiendo y creo que a estas alturas ya nadie puede dudar de que dar el pecho es mucho más que alimento.

LA CRIANZA CON APEGO EN TELEVISIÓN DE LA MANO DE CARLOS GONZALEZ Y ELENA MAYORGA

$
0
0
Ayer, en TVE 2, en el programa Para Todos, hubo un pequeño "debate" sobre la crianza con apego, en el que estuvieron de invitados dos "clásicos" de su defensa: Carlos González y Elena Mayorga y una psicóloga de la linea conductista: Maria Luisa Ferrerós.

Os la pongo aquí porque vale la pena verlo (desde el minuto 03:20):



Os confieso que el día anterior estuve buscando información sobre María Luisa Ferrerós - los otros dos me son de sobra conocidos (y queridos) - y al saber que ha sido discípula de Estivill y ver algunos de sus vídeos (como este, y este) me hice una idea bastante clara de su línea de pensamiento por lo que, evidentemente, llegué a la visualización del programa con unas expectativas muy concretas de lo que diría.

Pero no. Resultó que María Luisa Ferrerós es defensora de la crianza con apego como la que más, y que su Método Ferrerós se basa, simplemente, en obedecer a tu instinto maternal (o paternal, según sea el caso, me imagino). Así que, ya sabéis. Que nadie se moleste en comprar su libro porque, francamente, no hace falta leer 200 páginas para seguir tu instinto maternal

En general el instinto maternal, que yo prefiero denominar deseo maternal por influencia de mis lecturas de Casilda Rodrigañez, suele ser bastante claro, y lo único que necesita para manifestarse es que el ambiente esté libre de "interferencias" intelecto-culturales, sobretodo de las generadas por los teóricos del desarrollo y la crianza de la línea conductista. 

Así que, sintiéndolo en el alma, tengo que confesar que no me lo creo. Tras ver los vídeos de esta psicóloga y leer ciertas referencias suyas y de sus libro, lo último que espero es que me esté animando a seguir mi instinto/deseo en el cuidado de mis hijos. Y lo curioso es que, por su manera de expresarse, realmente parece que todo su método se base en el respeto y el amor hacia nuestros hijos, así que me ha costado un poco identificar exactamente que me molesta tanto de sus palabras. 

Porque lo cierto es que a medida que leo todo lo referente a su método hay algo que me chirría constantemente. Ese vocabulario es mero maquillaje para camuflar una metodología que por sí misma parte de una premisa absolutamente irrespetuosa: que los niños son seres "malos" que, si pueden, se aprovecharán de nosotros [palabras textuales de la psicóloga en el programa: "a partir de los tres años hay que poner límites porque si no a los niños tu les das así (se señala la mano) y te cogen hasta aquí (se señala el hombro)"], que hay que "meter en vereda" amablemente, sin "violencia" (entendida como ataques físicos o gritos) pero ejerciendo un rígido control por nuestra parte a base de manipulación en forma de premios y castigos. Por cierto, los castigos ya no se llaman castigos a secas sino castigos educativos o, lo que es mejor, consecuencias educativas.

Si no nos dejemos engañar por todo este discurso lleno de palabras de respeto, reconocimiento de la individualidad de nuestros hijos, apego... etc reconocemos en seguida la crianza "desde arriba", base del conductismo. Por el contrario, la llamada crianza con apego o, tal vez más acertadamente, crianza repetuosa, es una crianza que se ejerce desde abajo, o sea, desde el sostenimiento y el acompañamiento. No desde el control, el dominio y la manipulación. Para entender exactamente lo que quiero decir leed este artículo maravilloso de Ileana Medina Hernández en su blog Tenemos Tetas:


Esta diferencia hace que el discurso de la Maria Luisa Ferrerós en el programa de TVE 2 Para Todos sea francamente peligroso porque confunde. Los padres que no sepan exactamente de que va todo esto pueden haberse quedado con la idea de que esta profesional defiende realmente la crianza respetuosa y no. No la defiende en absoluto. Lo que defiende es una aplicación del conductismo, o sea, la autoridad, el control, el dominio y la manipulación, todo lo respetuosamente posible. Pero la crianza respetuosa NUNCA puede partir de estas premisas.

Así que no. 

Carlos González y Elena Mayorga han intentado en varias ocasiones hacer hincapié en este hecho fundamental. Pero el formato del programa, corto y superficial, así como la capacidad de María Luisa Ferrerós para mantener el control del debate, con discursos largos, elaborados, explicativos y con un aire muy profesional, (tal vez con el consentimiento explícito del entrevistador ¿?) se lo ha puesto, desgraciadamente, muy difícil. Creo que ambos se han visto sorprendidos por la "piel de cordero" que ha cubierto casi todo el tiempo al "lobo" , aunque, por suerte, ha habido momentos donde se le han visto los colmillos: momentos aprovechados estupendamente por ambos profesionales (realmente respetuosos) para marcar distancias como es debido. 

Pero a pesar de todo me temo que el discurso maquillado de María Luisa Ferrerós ha dado una idea falsa de lo que realmente es su tendencia, la cual no pertenece en absoluto a la denominada crianza respetuosa o crianza con apego. Espero que en el futuro los grandes medios de comunicación de masas den mejores oportunidades a profesionales como Elena Mayorga, Carlos González, Ramón Soler, Rosa Jové...etc  para dejar mucho más claro lo que realmente significa criar respetuosamente a nuestros hijos. 












EL NUEVO PARADIGMA DE LA CRIANZA. Jornada On Line Organizada por Ob Stare

$
0
0
¡Atentos todos! queridos lectores: La editorial Ob Stare organiza  la Jornada On Line 

El nuevo paradigma de la crianza  

los próximos 25 de mayo y 1 de junio, a través de la plataforma virtual WizIQ.



El proyecto El Debate Científico sobre el Sueño Infantil tiene el honor de haber sido invitado a participar. Así que allí me tendréis. Hablaré de las condiciones que nuestros niños esperan tener para dormir bien y de las que nuestra cultura occidental nos dice que les demos y por qué lo dice; de como lo culturalmente establecido puede pasar a científicamente demostrado cuando una disciplina, la pediatría del sueño infantil, se limita a seguir la inercia creada por antiguos profesionales "pre-pediatría basada en evidencias" creando una corriente que se mantiene en pie sólo a base de ignorar los descubrimientos de otras disciplinas como la antropología, la etnopediatría o la misma neuro-pediatría. Y os mostraré como los cimientos que sustentaban esta vieja corriente se tambalean ante las nuevas aportaciones de importantes investigadores de prestigio internacional, haciendo que muchos de sus defensores intenten encontrar alternativas a sus viejos métodos, más acordes con los últimos descubrimientos científicos sobre los efectos del estrés en el desarrollo del bebé, la necesidad de contacto con su madre y la importancia de la lactancia materna. 

Y lo cierto es que estoy emocionadísima porque compartir "cartel" con Rosa Jové, Isabel Fernandez del Castillo, Monica Felipe-Narralde, Ileana Medina, Raquel Tasa, Ramón Soler, Irene García Perulero , Nohemí Hervada y Odile Fernandez es un verdadero lujo. 

Espero que os animéis a apuntaros. Lo podéis hacer desde cualquier lugar del mundo. Es una maravillosa oportunidad de compartir un espacio, en este caso virtual, de madres, padres y expertos en diferentes disciplinas relacionadas con la crianza donde podremos debatir, desarrollar, aprender y disfrutar para ir estableciendo poco a poco un nuevo paradigma que nos permita renovar la sociedad desde sus cimientos: el nacimiento y la crianza de sus niños. 

Aquí os dejo la convocatoria oficial.

Desde la Editorial OB STARE tenemos la inmensa alegría de anunciar la Jornada Online El nuevo paradigma de la crianza, que se celebrará los días sábado 25 de mayo y sábado 1 de junio a través de la plataforma virtual WizIQ. Un encuentro coordinado por Mónica Felipe-Larralde en el que podremos disfrutar del conocimiento y la trayectoria de reconocidos ponentes expertos en las nuevas tendencias en torno a la crianza: desde el nacimiento de la madre y el padre hasta el juego infantil como actividad necesaria para el adecuado desarrollo del cerebro y la creatividad de nuestros niños, pasando por las necesidades del bebé prematuro, las investigaciones más recientes sobre el sueño infantil, y la lactanciacomo acto íntimo promotor de la salud de la madre y el hijo/a a largo plazo. Además, profundizaremos en la transformación dela pareja posparto, en el porteo como práctica favorecedora y fortalecedora del vínculo madre-bebé; información detallada sobre alimentación infantil, más allá de falsos mitos y creencias arraigadas, y, finalmente, tendremos la oportunidad de aprender a favorecer y mantener el bienestar emocional del bebé a la vez que nos desprendemos de la presión a la que, en general, todos y todas nos encontramos sometidos.
La Jornada completa consta de diez ponencias de veinticinco minutos, cada una de ellas seguida de media hora de interacción con el público a través del chat de la plataforma, tiempo en el que podréis hacer preguntas y comentarios al ponente correspondiente.

Las ponencias permanecerán activas en la plataforma hasta diez días de la celebración de la Jornada, por lo que podréis visualizarlas —sin posibilidad de descarga— tantas veces como deseéis.

Programa

Sábado 25 de mayo

• 14:45 – 14:55 Presentación

• 15:00 – 15:25 El nacimiento de la madre
Con Mónica Felipe-Larralde
• 15:25 – 15:55 Debate

• 16:00 – 16:25 El nacimiento del padre
Con Ramón Soler
• 16:25 – 16:55 Debate

• 17:00 – 17:25 Las necesidades del bebé prematuro
Con Irene G. Perulero
• 17:25 – 17:55 Debate

• 18:00 – 18:25 El sueño infantil
Con María Berrozpe
• 18:25 – 18:55 Debate

• 19:00 – 19:25 El acto sexual de la lactancia
Con Ileana Medina
• 19:25 – 19:55 Debate

Sábado 1 de junio


• 14:45 – 14:55 Presentación

• 15:00 – 15:25 La pareja posparto

Con Raquel Tasa
• 15:25 – 15:55 Debate

• 16:00 – 16:25 El porteo y la sociedad continuum
Con Nohemí Hervada
• 16:25 – 16:55 Debate

• 17:00 – 17:25 La alimentación infantil
Con Odile Fernández
• 17:25 – 17:55 Debate

• 18:00 – 18:25 El bienestar emocional del bebé
Con Rosa Jové
• 18:25 – 18:55 Debate

• 19:00 – 19:25 El juego infantil
Con Isabel Fernández del Castillo
• 19:25 – 19:55 Debate

• 20:00 – 20:15 Clausura


Durante el Acto de Clausurá se sortearán dos lotes de tres libros de la Editorial OB STARE a elegir por la persona ganadora.

Notas muy importantes

1. Para la correcta participación en la Jornada, tanto en directo como en diferido, será necesario tener una adecuada conexión a internet.
2. Los horarios del Programa se corresponden con la hora GMT. A continuación te facilitamos los distintos husos horarios por zonas. Ten en cuenta que únicamente citamos los horarios correspondientes a capitales. Si resides en una ciudad que tiene diferente hora a la capital de tu país, consulta tu correspondencia para asegurarte tu participación en los tiempos establecidos: http://24timezones.com/reloj_hora_exacta.php
- Asunción: -5
- Atenas: +2
- Bogotá: -6
- Brasilia: -4
- Buenos Aires: -4
- Caracas: -5.30
- C. de Guatemala: -7
- Dublín: GMT
- La Habana: -5
- La Paz: -5
- Lima: -6
- Lisboa: GMT
- Londres: GMT
- Madrid: +1
- Managua: -7
- México D.F.: -6
- Montevideo: -4
- Panamá: -6
- París: +1
- Quito: -6
- San José: -7
- S. Juan Puerto Rico: -5
- San Salvador: -7
- Santiago de Chile: -4
- Santo Domingo: -5
- Tegucigalpa: -7
- Washington D.C.: -5


 Tarifa de inscripción                                     49,50 euros
 Inscripción temprana (hasta el 30.04.)        37,50 euros

 Se emitirá certificado de participación en formato pdf.

• ¿Resides en Chile, Argentina o Uruguay y deseas realizar tu inscripción mediante transferencia bancaria o depósito? Contacta con Mujer Íntegra. Email: mujerintegra@mujerintegra.com

Precio:
37,50 €
49,50 €

UN CUENTO PARA LA CONCILIACIÓN

$
0
0

Hace unos meses la Asociación de Mujeres Españolas en Suiza convocó un concurso de relatos cortos sobre conciliación. Al final se canceló por falta de participación, pero yo ya había mandado mi relatito. Aquí os lo dejo, a ver que os parece.

¿Es demasiado utópico? 

¿Os parece factible la presencia de los bebés e hijos en las oficinas o centros de trabajo? 

¿Que tipo de conciliación debería desarrollarse: la que permite la permanencia en casa y no trabajar durante un tiempo prolongado durante la crianza de los hijos o la que permite flexibilidad y presencia de los hijos en el centro de trabajo? 

¿Tal vez ambas son posibles?

------------------------------------------------------------------------------------

 Sin Renunciar a Nada


7 de la mañana

No ha hecho falta el despertador porque Iker es como un pequeño reloj biológico y lleva mamando desde las 6:45. Ella sabe que es cosa de 5 o 10 minutos más para que él suelte el pezón y le dedique una de esas miradas radiantes de “Buenos días mamá ¿Qué hacemos hoy”. 

Se estira perezosa en la cama, con la cadera izquierda un poco sobrecargada y ganas de volverse hacia el otro lado. Iker parece captar la señal y se suelta, pero quiere el otro pecho. No hay problema, hay tiempo de sobra. Hasta las 9:15 no tiene la primera reunión con los clientes.

Diez minutos más y el pequeño está listo. 

Se levanta, lo levanta. 

Se desnuda, lo desnuda, y juntos se meten en la ducha. 

Lo seca, se seca. 

Lo viste, se viste.

Mira el reloj: 7:45. Se toma su tiempo para elegir el sistema de porteo. Hoy le apetece el fular, que con su precioso gris perla combinará de maravilla con el traje que quiere llevar a la reunión. Como el día está lluvioso lo mejor será ponerse el abrigo impermeable con el suplemento para cubrir también al bebé. 

Se ajusta el fular y mete a Iker. Se prepara el desayuno y se lo toma tranquilamente mientras ve como aclara el día lentamente. Iker reclama teta. Automáticamente acomoda el fular y se levanta la parte superior de la camisa mientras toma su té y piensa en la jornada. Esta semana Diego está de viaje y ella lo echa de menos, pero con el pequeño estas ausencias se hacen más llevaderas.

Con Iker confortablemente dormido junto a su cuerpo, sale a la calle en dirección a la parada de autobús. Son las 8:30. Como siempre, a esta hora estará hasta los topes, pero en cuanto ella sube con el niño siempre hay varias personas dispuestas a dejarle su asiento. 

Veinte minutos más tarde ambos entran por las puertas giratorias del gran edificio de oficinas donde se encuentra el estudio de arquitectura en el que ella trabaja. En el ascensor se encuentra con Enrique, que lleva de la mano a la pequeña Raquel de tres años. “¿No prefiere quedarse en infantiles? Pregunta ella, refiriéndose a la guardería situada en la planta principal, donde los hijos en edad preescolar de todos los trabajadores del edifico pueden ser atendidos gratuitamente, por personal cualificado, durante todo el horario laboral.

“No, por la mañana viene con papá al despacho porque también tiene trabajo pendiente” contesta Enrique, dirigiendo un guiño cómplice a su pequeña. 

Ella sabe que en el despacho de Enrique está la mini-mesa de dibujo que todo el equipo le regaló cuando nació Raquel. La niña suele preferir pasar la mañana dibujando mientras su padre trabaja y, por la tarde, tras comer con papá en el comedor de la empresa, le gusta bajar a infantiles hasta que le viene a recoger su madre, a eso de las 5. 

Recuerda que Ana, la madre de Raquel, es investigadora en un centro de biomedicina. Por eso cogió la baja maternal completa, dos años, ya que no consideraba seguro llevarse a Raquel al laboratorio. Posteriormente, la pareja, como ellos mismos hicieron tras el nacimiento de Iker, se acogió a la jornada laboral “familiar”, por lo que contaban con más flexibilidad en cuanto a horarios y presencia de los niños en la oficina, así como guardería gratuita en el centro de trabajo. 

Cuando el ascensor llega a su destino Iker se ha despertado y reclama teta. Sara, la secretaria del estudio le sonríe. 

“¿Qué tal?, le oigo nerviosillo” 

“Es hora de su tercer chupito matinal”

Se apresura a entrar en su oficina donde se sienta y da de mamar a Iker mientras echa un vistazo a los e-mails de ese día. Cuando Iker acaba se duerme de inmediato y ella aprovecha para cargárselo ágilmente a la espalda. Mentalmente agradece el curso de porteo -  gratuito ya que fue financiado por el estado, al igual que los cursos de parto natural, lactancia, alimentación y crianza, que reciben todas las parejas a punto de tener su primer bebé - que le enseñó todos los trucos necesarios para manejar con seguridad, agilidad y comodidad sus fulares y mochilas. Con Iker dormido a la espalda se dirige a su mesa de dibujo para seguir desarrollando el centro para discapacitados que tiene entre manos. Quedan todavía unos minutos para la reunión. 

La reunión empieza puntualmente y ella entra con todos sus papeles preparados para la exposición. En ese momento Iker vuelve a reclamar teta. Ella se sienta tranquilamente en su silla, acomoda a su hijo a un pecho, y se dispone a exponer su parte. Durante la exposición Iker se ha dormido al pecho y ella siente una reconfortante sensación de seguridad y tranquilidad. Al salir, la señora Gerbui, presidenta de la empresa cliente, se aproxima para mirar a Iker que sigue tranquilamente dormido. 

“Que diferentes fueron mis tiempos. Yo tuve que elegir, ¿sabes? Un bebé en la oficina era una utopía y mi hija se crió desde los cuatro meses con una niñera.” 

La señora Gerbui era de otra época, de otro paradigma, donde una mujer tenía que decidir entre ser madre o ser una profesional de éxito. Su elección conllevó renuncias muy dolorosas y, ahora, frente al ejemplo de que otra realidad era posible, tiene sentimientos encontrados. Un poco de envidia porque esa joven y prometedora arquitecto y su hijo van a tenerlo todo: una carrera profesional y una madre presente que cría “corporalmente” a su bebé. Pero también siente orgullo porque ese difícil cambio se produjo gracias a su lucha y a la de las mujeres y hombres de su generación, que no quisieron  conformarse con lo que el sistema les vendía como única realidad posible. 

Las dos mujeres se despiden con un fuerte apretón de manos. Ella vuelve a su despacho y, tras pasar a Iker otra vez a la espalda, sigue con el proyecto del centro para discapacitados. Va a diseñar el edifico más bonito, seguro y práctico de la ciudad, piensa. Y, feliz, se pone al trabajo que la apasiona. Mientras, su hijo duerme tranquilo sobre su espalda, oyendo su respiración pausada y los latidos de su corazón. 

------------------------------------------------------------------------------------





Y para acabar este post quiero dejaros este vídeo en el que se ve claramente la absurda y dolorosa situación que viven actualmente tantas madres y tantos hijos.


Tal y como dice Louma, este vídeo es DESGARRADOR. Esto hay que cambiarlo. Sin ninguna duda.

DORMIR ES PELIGROSO PARA LOS BEBÉS

$
0
0

Tal vez el titular os parezca exagerado pero no, lo cierto es que, según las últimas investigaciones científicas, dormir es peligroso para los bebés. El estudio más reciente publicado Robert Carpenter, nos informa de que incluso los bebes con el riesgo más bajo de sufrir el síndrome de la muerte súbita del lactante (o SIDS por sus siglas en inglés) lo sufren con una frecuencia del 0.08/ 1000 habitantes. Esto significa que en una población con 1 000 000 de habitantes 80 niños sin ninguno de los factores de riesgo que estos autores consideran determinantes, morirán sin remedio. 

Definitivamente dormir es peligroso para los bebés y estoy segura de que si no fuera por el pequeño detalle de que los seres humanos no podemos vivir sin dormir, las sociedades de pediatría del mundo entero recomendarían que no permitiéramos dormir a nuestros bebés. (Modo ironía on, se entiende ¿no?)

Es posible que la solución sea buscar una manera para que los bebés humanos puedan sobrevivir sin dormir, al menos hasta los tres meses. Sería una buena idea ¿no?



¡Ah!, ¿que no?

No claro, no lo es. 

Y no lo es porque dormir es un comportamiento innato a nuestra naturaleza con un función importante e imprescindible para gozar de una vida saludable. A ninguna persona con dos dedos de frente se le ocurriría aconsejar a los padres que no dejen dormir a sus bebés menores de tres meses. Tampoco ningún científico ha tenido la genial idea de buscar un medicamento que ayude a que nuestros bebés puedan vivir sin dormir hasta que pase la época de riesgo. 

Porque todos aceptan, y aceptamos, que dormir es importante e imprescindible y que lo que tenemos que conseguir para prevenir el SIDS es optimizar las condiciones en las que vive el bebé para que no se den una serie de factores de riesgo.
Pues ahora vamos a aplicar este razonamiento a otro comportamiento natural, innato e imprescindible para el correcto desarrollo de la criatura humana recién nacida: el contacto continuo con su madre. 

Ya sabemos que los bebés humanos nacemos inmaduros y que pasamos una etapa de exterogestación tras el nacimiento durante la cual la criatura humana espera y necesita estar en contacto continuo con su madre y, si esto no es posible, con otra persona que la sustituya. En condiciones naturales la supervivencia del bebé depende de ello y por eso es un comportamiento imprimido a fuego en su mente más primitiva de manera que cuando se siente sola le inunda el terror y el estrés. Esto hace que, a pesar de que hoy en día un bebé solo en su cunita no está obligatoriamente en peligro de muerte (aunque si está fuera del alcance de sus padres sí está objetivamente en más peligro que un bebe acompañado, por muy segura que sea su habitación nueva de florecitas blancas), él viva esa situación como una verdadera amenaza contra su supervivencia. 

Separar al bebe de su madre tiene consecuencias negativas en la fisiología del niño, sea esta separación por el día o por la noche. De la misma manera, este contacto tiene implicaciones importantes para ambos, tanto cuando están despiertos como cuando están dormidos. Estos son hechos perfectamente demostrado y que nadie pone en duda. 

Por lo tanto ¿Si a nadie se le ocurre aconsejar que los niños no duerman porque el SIDS ocurre mientras duermen? ¿Por qué si es lícito aconsejar separarlos del cuerpo de su madre porque en ciertas condiciones el SIDS incrementa cuando la madre y el hijo duermen juntos?

Que el sueño en solitario de nuestros bebés es una imposición cultural en occidente y una excepción en la historia de la humanidad es algo que, creo yo, a estas alturas ya nadie cuestiona; de la misma manera que nadie cuestiona nuestra necesidad de dormir y nuestra necesidad de contacto con nuestra madre cuando somos bebés. Por lo tanto es, cuanto menos, sorprendente que todavía existan profesionales del sueño infantil realmente obsesionados por justificar científicamente que nuestros bebés duerman solos. 

Pero ahí están, investigadores de prestigio  internacional invirtiendo miles de euros/dólares/libras, y todas sus carreras profesionales, en estudios destinados a mantener un modelo del sueño infantil basado en una situación producto de un artefacto cultural e histórico: el bebé que duerme en solitario y es alimentado mediante lactancia artificial. Y a partir de ahí pretenden convencernos de que los que opinamos que donde mejor duermen los hijos (bebés y no tan bebés) es en compañía de sus padres, demostremos que su modelo es dañino y el nuestro saludable, cuando debería ser al revés: antes de poner a dormir a nuestros bebes en unas condiciones diferentes a las que la naturaleza ha considerado idóneas para la supervivencia - esto es, en compañía de su madre - deberían haber demostrado que no es dañino para ellos. 

Pero evidentemente no lo ven así y por eso ha sido posible la realización de este trabajo, absolutamente dirigido a demostrar que colechar con el bebé, entendido como compartir cama, es peligroso y un riesgo por sí mismo para el SIDS. 

Como era de esperar diversos profesionales ya han contestado denunciando las limitaciones del estudio y su imposibilidad para lanzar al mundo semejante afirmación. Os dejo un análisis detallado de todo esto realizado por Gemma y por mí para nuestra web del sueño infantil. 





Evidentemente este análisis no tendrá la repercusión que están teniendo y van a tener los grandes medios de comunicación que se están haciendo eco de esta investigación sin cuestionarla, pero esperamos poner nuestro granito de arena para ofrecer la visión alternativa, acorde con la de todos esos otros profesionales que van más allá de la visión sesgada y limitada de esta parte de la pediatría del sueño occidental que cree que el mundo empezó hace 200 años en occidente y que nuestros hijos nunca han dormido acompañados y amamantados por su madres.




¡ A LA TETA NO!

$
0
0

La primera vez que leí las palabras de un pediatra instando a no dormir a nuestros hijos al pecho - hasta el punto de que, si esto ocurría, recomendaba despertarlo antes de ponerlo en su cuna - fue en una revista para padres de la pluma del doctor Pin, coautor junto al doctor Estivill de un libro de pediatría lleno de "sentido común" que ya comenté en otra ocasión. Ya en ese momento, creo recordar que mi primer hijo sólo tenía unos meses, me pareció una recomendación bastante poco práctica - sino directamente absurda - sobretodo teniendo en cuenta que me pasaba el día y la noche con el inalcanzable objetivo de que mi bebe se durmiera un ratito para yo poder hacer algo diferente a estar sentada con él en brazos sin moverme. 

Se entiende que todavía no había descubierto el porteo, que no tenía ni idea de como eran realmente los bebes, que realmente creía que iba a utilizar la cuna y la habitación tan preciosa preparada con tanto cariño y que además el bebé estaría encantado con ello. O sea, que era una perfecta analfabeta maternal, a pesar de lo cual esas palabras del doctor Pin me sorprendieron bastante, ya que si había alguna posibilidad de que mi hijo se durmiera esa era, precisamente, al pecho. Sólo de pensar en que tendría que despertarlo antes de ponerlo en la cuna me sumergía en la más absoluta desesperación. Evidentemente, nunca llegué a seguir este consejo.

Desde entonces he tenido la oportunidad de leerlo y escucharlo en diferentes ocasiones y de la mano de los más diversos profesionales. Siempre me ha parecido una recomendación absurda y sin sentido y, a día de hoy, incluso me parece claramente peligrosa para el bienestar y la felicidad de la diada madre/bebé.  De todas formas, en la actualidad, gracias a todo lo que he aprendido escribiendo la revisión El Debate Científico sobre la Realidad del Sueño Infantil, ya puedo ponerla en contexto, lo que me ha ayudado a hacerme una idea más o menos de su origen y su finalidad. 

Y dado que algunos profesionales del mundo infantil consideran que en internet no somos rigurosos y no hablamos de ciencia, voy a explicaros precisamente este contexto en el que nació el susodicho consejo, para que podáis juzgar por vosotros mismos si es un consejo con unas bases suficientemente sólidas y que valga, o no, la pena seguir.

Podríamos decir que su origen está a mediados del siglo pasado, cuando apareció la tecnología necesaria para estudiar el sueño, tanto de los adultos como de los niños. Como en ese momento el sueño en solitario de los bebés ya estaba establecido como objetivo prioritario a conseguir (costumbre que, como ya sabréis, había comenzado en nuestra cultura sólo unos 200 años antes), toda la investigación se basó en el bebé que duerme separado del cuerpo de su madre, en una cuna, o del niño que duerme en su propia habitación (McKenna et al 2007). Quedó así bien afianzado en la literatura científica un modelo de "sueño saludable" en unas condiciones en las que nuestros hijos no se sentían a gusto y ante las cuales, por lo tanto, se revelaban llorando. Un problema que estos profesionales resolvieron rápidamente: el niño que a partir de los 6 meses todavía seguía llorando y protestando tenía una enfermedad llamada Insomnio Infantil por Hábitos Incorrectos (Moore, 2012; Kotagal & Chopra, 2012; Owen & Mindel, 2011; Meltzer, 2010; AASM, 2005;  Estivill, 2000). Evidentemente estos hábitos incorrectos los habíamos establecido nosotros, los padres, a base de dormir a nuestros hijos con los métodos de toda la vida, concretamente acunándolos en nuestros brazos y amamantándolos.  

Pero hagamos un poco de historia ya que estamos analizando los orígenes de esta prohibición de dormir a nuestros hijos a la teta:

Creo que el primer estudio valorando la influencia de lactancia materna para dormir a los niños debe ser este que he encontrado investigando para el proyecto El Debate Científico sobre la realidad del Sueño Infantil: ya en el año 1957 Moore y Ucko publicaron una valoración de la cantidad de despertares nocturnos y los problemas a la hora de irse a dormir de 160 niños durante el primer año de vida, y los relacionaron con factores como el comportamiento de los padres, factores socio-demográficos, estímulos externos, condiciones temporales o las circunstancias del nacimiento (Moore & Ucko, 1957). Evidentemente todos estos niños dormían en una cuna, y no se vio ningún efecto en el hecho de que esta cuna estuviera en la habitación de los padres o en su propia habitación. En el apartado donde estudiaban la influencia del comportamiento de los padres analizaron el efecto de la lactancia cuando se utilizaba para dormir al niño, observando que sólo un 13% de los bebés que no eran alimentados para dormirlos no conseguían dormir toda la noche (entre 12 y 5 de la mañana) a las 13 semanas de vida, mientras que entre los alimentados regularmente y  los alimentados ocasionalmente (para dormirlos, se entiende) un 32% y un 40% respectivamente no lo conseguía. Las diferencias no eran significativas y cuando consideraban los despertares nocturnos de toda la muestra durante el primer año conjuntamente los grupos no alimentado y alimentados regularmente se igualaban, mientras que el grupo de los alimentados ocasionalmente mantenía un porcentaje significativamente mayor de bebés que se despertaban crónicamente. Por lo tanto parece que en realidad era la inconsistencia de la respuesta de los padres lo que producía esta incapacidad para autoconsolarse a lo largo del primer año del vida, mas que si amamantaban o no al bebé para dormirlo. En cualquier caso este parece ser de los primeros trabajos, sino el primero, relacionando el hecho de dormir al niño al pecho con que no sea capaz de desarrollar lo que con el tiempo se llamaría  capacidad de autoconsuelo. 

La capacidad de autoconsuelo. Ese es el quid de la cuestión. El problema no es que el niño se despierte por la noche, algo absolutamente normal dada la arquitectura de su sueño, sino que al hacerlo reclame la presencia de sus cuidadores. Este simple acto - un comportamiento instintivo y saludable tal y como ya ha quedado demostrado en la actualidad - en la sociedad donde el sueño en solitario de los niños es la norma, es extremadamente problemático porque evita que los padres puedan descansar, ya que les hace pasar la noche levantándose para ir a consolar a su hijo. 

Durante toda la mitad del siglo XX hasta nuestros días han ido apareciendo estudios que demuestran como la intervención de los padres a la hora de dormir a los niños se relaciona con un sueño más "problemático". Ya en 1993 dos de los más importantes autores en la pediatría del sueño infantil, Sadeh y Anders, proponen un modelo transacional de la regulación sueño/vigilia, en el que las características intrínsecas del niño interaccionan con los factores ambientales para regular el ciclo sueño/vigilia (Sadeh & Andres 1993). Entre estos factores ambientales se encuentra el comportamiento de los padres a la hora de dormir al niño, de manera que cualquier intervención de los mismos en ese momento concreto se relaciona con un mayor número de despertares nocturnos (despertares en los que el niño reclama a sus padres, se entiende). Evidentemente, entre estos comportamientos se encuentra el de dormir al bebé al pecho (o dándole biberón). Ese mismo año Blampied y France (Blamplied & France, 1993) presentan también un modelo conductual de los desórdenes del sueño infantil en el que destacan el papel fundamental de los padres que con sus conductas inapropiadas propiciarán la aparición y el mantenimiento del desorden. Opinan que cada vez que la madre o el padre atiende el llanto de su hijo tras el despertar nocturno refuerza ese comportamiento, haciendo que el niño llore la siguiente vez que se vuelva a despertar para conseguir la misma atención. Esta situación se retroalimenta haciéndose interminable: el niño llora, los padres le atienden porque deja de llorar, el niño vuelve a llorar para que los padres le atiendan. 

Según estos autores: 
"Las investigaciones han demostrado que los niños con problemas del sueño se diferencian de los que tienen un sueño normal en que utilizan mecanismos de autoconsuelo menos frecuentemente y continúan dependiendo de la presencia de los padres para consolarse". 
Y ahora atención a lo que sigue. Son unas palabras extraordinariamente esclarecedoras que dejan al descubierto la falta de perspectiva global y la terrible ignorancia de estos autores respecto a una cuestión fundamental: las necesidades primales de nuestros bebés, su instinto primal. El comentario que reproduzco a continuación a mí me puso los pelos de punta, por las enormes implicaciones que tiene el hecho de que esté escrito en una publicación científica: 
"Estos comportamientos de auto-consuelo incluyen muñecos blandos, o chupar las sábanas o el dedo gordo.
Los mecanismos exactos mediante los cuales estas vías de autoconsuelo facilitan el sueño no han sido definidos. Actividades como "chupar" pueden evocar comportamientos de respuesta que facilitan el sueño, mientras que otros pueden estimular el inicio del sueño ayudando a lograr un comportamiento calmado ....."


Ante estas palabras yo sólo pude pensar: Dios mío, ¡No lo ven! Lo tienen delante de los ojos y no lo ven. Se han perdido en su propia sabiduría llena de tecnicismos y teorías y ya no ven la realidad que tienen delante de las narices. Resulta que cuando chuparse el dedo se convierte en un comportamiento "saludable" que hará que el niño tenga un sueño "normal", ¡ Se preguntan por qué! ¡Se preguntan por qué funciona! Y mientras elucidan las razones de ese enorme misterio nos siguen recomendando que no durmamos a nuestros hijos a la teta. 

Por lo que parece, el mundo empezó hace 200 años, y  los niños siempre y en todas partes han dormido en solitario;  la naturaleza no tenía diseñado nada que ayudara a nuestros niños a dormir; mamar no es un acto que les relaja y la leche materna no es un alimento que propicia el sueño, especialmente por la noche. Tampoco existe una necesidad en nuestros bebés de estar en contacto continuo con el cuerpo de su madre porque no son mamíferos, no son primates, sino que sólo son humanos que aparecieron por generación espontánea hace 200 años y desde siempre han dormido en cunas, separados de su madre y sin molestarse en despertarse ni en despertar a su madre para mamar durante la noche partir de los 13 semanas. Por lo tanto es incomprensible, un fenómeno curiosísimo que requiere ser profundamente investigado, que chupándose el dedo nuestros bebés consigan dormir en solitario. 

Me dan ganas de llorar.

Y así - por este camino, de esta manera, y hasta el día de hoy - ha quedado firmemente establecido que,  como muy tarde a los 6 meses, el niño debe desarrollar la capacidad de dormirse sólo, tanto al inicio de la noche como en los posibles despertares nocturnos, que se consideran normales siempre y cuando el bebé/niño no necesite la intervención del cuidador para volverse a dormir. Y de ahí nace el consejo de que el bebé nunca se duerma al pecho porque es imprescindible que aprenda a encontrar consuelo en actividades (chupar) u objetos (su dedo o un trocito de sábana) que lo independicen de la presencia de sus padres. Incluso estas se clasifican oficialmente como "asociaciones positivas", mientras que las asociaciones que conllevan la participación de los padres se consideran "asociaciones negativas"(Ferber, 1985; Murray & Ramchandani, 2007; Karraker K, 2008; Tikotzky & Sadeh, 2009; Sadeh et al, 2009; Henderson  et al 2010; Mindell et al, 2010; Meltzer, 2010; Henderson et al 2011; Weinraub et al, 2012

Ahora ya sabéis el origen de este consejo. Por suerte, allá por los años 70 un gran investigador se convirtió en padre y, ante su propia experiencia a la hora de dormir a su hijo, la evidencia de la absurdidad de las normas sobre el sueño infantil de su cultura le hizo abandonar sus estudios en simios y centrarse en el de la evolución del comportamiento humano, convirtiéndose así en un experto reconocido mundialmente por sus investigaciones sobre colecho. Muchos ya sabréis de quién hablo: el profesor de antropología James McKenna, cuyo trabajo, con más de 140 publicaciones (revisadas, esto es, en revistas científicas) ha removido todos los cimientos de la pediatría del sueño infantil. 

Lo que McKenna y otros investigadores están poniendo en evidencia en la actualidad es algo tan simple como el hecho de que por nuestra naturaleza mamífera y primate nuestros bebés están diseñados para estar en contacto continuo con el cuerpo de su madre, por lo que el habitat de un bebé para dormir saludablemente no es en la cuna y en solitario, sino en estrecho contacto con su madre y con acceso no restringido a su pecho. Que los reclamos de nuestras criaturas al ser obligadas a dormir fuera de este hábitatno son síntoma de una enfermedad, sino un instinto primal, y como tal debe considerarse antes de iniciar cualquier acción dirigida a adaptar el comportamiento del bebé a los determinantes culturales. No estamos curando a nuestros hijos de nada sino que le estamos forzando a que acepte unas condiciones de sueño establecidas culturalmente y que no le suponen ningún beneficio más allá del meramente social (desde luego ningún beneficio fisiológico, más bien todo lo contrario). 

Por eso no podemos dormir a nuestros bebés al pecho: porque esto imposibilita que le forcemos a aceptar dormir en solitario sin llorar. Ni más ni menos. 

Hasta aquí os he explicado la razón fundamental de por qué no podemos dormir a nuestros hijos al pecho. Yo terminaría aquí el post pero el otro día, en un post de Bebés y Más en el que Armando también analizaba este desafortunado "consejo", una madre resaltó otra razón de peso que ha aparecido más recientemente: el fantasma de las caries

¿Existe relación entre la aparición de caries y dormir el niño al pecho? 

Este es un tema por sí mismo para otro artículo y requiere una profunda revisión bibliográfica en la que no me pienso meter. Gemma, coautora de El Debate Científico sobre la realidad del Sueño Infantil y autora del blog Como Una Manada, escribió un interesante post sobre el tema recopilando una serie de artículos científicos con los que pudo ilustrar que esta relación entre lactancia materna y caries no está en absoluto demostrada. Pero si os interesa profundizar de verdad en este tema nada como recurrir a los talleres informativos impartidos por Louma Sader Bujana autora de Amor Maternal y odontóloga especializada en niños. Existe mucho desconocimiento de este tema y los padres andamos bastante perdidos. La prueba de ello es que todos conocemos casos de caries en niños amamantados que en principio tienen buenos hábitos de higiene bucal. El propio Armando lo comenta al contestar el comentario de esta mamá. Al preguntar a Louma sobre esta realidad me ha comentado que es un tema muy complejo, difícil de resumir y que requiere tiempo para aprender y profundizar ya que una información demasiado resumida o parcial corre el riesgo de provocar errores importantes. 

Creo que en este aspecto pasa un poco como con la polémica sobre el colecho y muerte súbita del lactante: las investigaciones que parecen demostrar una relación positiva entre ambos ya parten desde un punto de partida erróneo, que no es otro que considerar que el comportamiento fisiológico normal es por sí mismo peligroso. Es evidente que hay pocas (o más bien ninguna) posibilidades de que esto sea así y lo importante es encontrar los factores realmente responsables de que estas patologías se produzcan asociados a unos comportamientos absolutamente naturales y fisiológicos. En el caso de la muerte súbita pueden ser las condiciones del sueño adulto en nuestra cultura, y en el de las caries el consumo de un cierto tipo de alimentos o la presencia de determinadas bacterias, a parte de la ausencia de una higiene correcta.

El caso es que es tan ridículo acusar al colecho de la muerte súbita o a la lactancia materna de producir caries como a la capacidad de caminar de rompernos un tobillo. 

Y para terminar, ya que he sacado el tema del colecho, un factor íntimamente ligado a la lactancia materna y a dormir al niño al pecho, y en la misma linea que mi recomendación de los talleres de Louma, os recomiendo también 3 conferencias que impartirán tres grandes profesionales del sueño infantil: James McKenna, Kathleen Kendall-Tackett, y Wendy Middlemiss, hablando precisamente de la manera de practicar colecho con seguridad. Es probable que esta iniciativa haya nacido como respuesta al polémico ultimo artículo de Carpenter, ya comentado en este blog, pero en cualquier caso seguro que vale la pena. Yo ya me he apuntado.   

En resumen, el consejo de nunca dormir a nuestro hijo a la teta va en contra de un comportamiento absolutamente fisiológico y saludable, diseñado por la madre naturaleza durante miles de años de evolución. Por lo tanto, antes de convertirlo en una norma de obligado cumplimiento como hacen actualmente algunos de nuestros profesionales del mundo del sueño infantil, deberían tener unas muy buenas y demostradas razones que a día de hoy, evidentemente, no tienen. 

Y os dejo ya porque mi pequeño, de cuatro años, acaba de dormirse a mi teta mientras escribía este post. Voy a acostarlo en nuestra cama familiar; pero tranquilos, a estas alturas prácticamente ya no me despierta ninguna noche y tiene, bajo todos los parámetros de la literatura del sueño infantil, un sueño saludablemente consolidado. 


Felices y acompañados sueño para todos



Viewing all 111 articles
Browse latest View live